Advertencia: cuarteto/poliamor. Parte 2/2, +18 Pedido: Katuppet ♡
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« No sabía como reaccionar ante las peticiones de sus esposos, es decir, esperaba que en algún momento dado dieran el siguiente paso que era finalmente compartir una misma habitación y una misma cama, pero lo que sí no veía venir era una directa petición de tener su primer encuentro sexual.
Por que sí, a pesar de llevar tres años casados no entraban aún en el estado de confianza como para al fin compartir una noche íntima como 'pareja'. Ninguno quería forzar a otro a dar un paso más, querían estar los cuatro de acuerdo para evitar inconvenientes.
Sin embargo, a veces Kazutora no sabía organizar sus palabras y podía llegar a ser demasiado directo. Keisuke de inmediato salió a reclamar su falta de tacto, totalmente avergonzado y con las mejillas explotando en rojo, Chifuyu no estaba muy diferente. Ellos tres habían hablado con anterioridad quedando en un acuerdo de decirlo lo más suave y sutil posible para eludir toda la pena que ahora mismo están sintiendo.
________ era incapaz de salir de su estado de shock, fue muy repentina esa declaración. Rasca su nuca nervioso tratando de verse más sereno de lo que sus esposos están, pero las palmas de sus manos sudaban y su cabeza comenzó a dar repentinas punzadas.
─ saben que yo estoy abierto a lo que ustedes quieran hacer. Sólo que ésta vez quisiera pedirles me den un tiempo informarme al respecto ─intentaba no mirar a ninguno todo el rato, de por sí se sentía nervioso, hacer contacto visual con alguno empeoraría su estado.
─ yo también quisiera saber más de ello, supongo está bien ─responde Matsuno también evitando cruzar miradas con cualquiera.
─ no entiendo porque se ponen tan nerviosos. No me mires mal, Baji, sólo fui directo al punto e hice más rápido las cosas ─Kazutora no parecía arrepentido ni mucho menos avergonzado.
Era muy inocente, o tal vez sabía demasiado. »
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Miraba el rebote del cuerpo ajeno sobre el suyo, totalmente cegado por las oleadas de placer que le recorren todo el cuerpo desde las puntas de los pies hasta la cabeza. Sus oídos son inundados por todos los sonidos obsenos y el chapoteo de pieles que cubren la habitación. Jadea al sentir su vientre contraerse, probablemente sea la primera vez en que al fin se corra en lo que va de la noche.
