Advertencia: spoilers del manga, no viajes en el tiempo, mención de aborto y consumo de sustancias ilícitas 🤙🏻 Aclaraciones: au omegaverse, bonten Pedido e idea: lalo146 <3
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Sano Manjiro y Fukiwara ________, Omega y Alfa respectivamente, jefes del temible grupo criminal "Bonten", una mafia que se encarga de todo tipo de trabajos sucios que se puedan imaginar.
Ambos cabecillas también eran una pareja de hace años, desde la creación de la antigua pandilla "Kanto Manji" hasta la fecha actual.
Cualquiera diría que estaban incluso a punto de contraer matrimonio, y aunque sí lo tenían planeado, todo se fue a la mierda en un momento.
« ________ había salido unos días del Estado para arreglar ciertos asuntos que incumben a Bonten. Nada que fuera de enorme importancia o fuera perjudicial, sólo un par de tratos con la gente de siempre.
Quería volver pronto a casa, ahí donde su preciado Omega le esperaría. Sin embargo, algo dentro de sí le pedía volver de inmediato, creyó simplemente que lo extrañaba y nada más.
Así que luego de finalizado el trato volvió a la mansión, en todo el camino no podía parar de pensar en Manjiro, tenía un mal presentimiento.
─ llegamos, jefe ─habló Kanji al frente del auto.
El de puntas blancas asintió y bajó de inmediato del coche. No se había dado cuenta de su llegada, estaba demasiado ensimismado. Fue abriendo puertas sin dar tan siquiera el saludo, en serio ansiaba ver a Mikey.
Estando al frente de la habitación que compartían ambos, apenas tomar la manija percibió el fuerte aroma a caramelo del peliblanco combinado con asqueroso musgo. Ahí sus instintos se volvieron mucho más agudos, mientras su lobo gruñía furioso.
Sin esperar mucho más entró a la habitación, sintiendo todo el cúmulo de feromonas chocar contra su rostro de golpe, ambos olores combinados le daban mucho asco. Y ni hablar de la escena que se está proyectando sobre su propia cama.
Un Alfa desconocido sobre su Omega.
Hubiera pensado que tal vez lo estaba obligando, de no ser por las súplicas que el mismo Manjiro hacía por no detenerse. Su sangre hervía, se sentía tan molesto y asqueado que soltó sus propias feromonas con notorio picor, haciendo que ambos en la cama pararan su acto y girarse a la puerta con miedo.
Claro, un Omega y un Alfa de bajo rango no podían con el peso de las feromonas de un Alfa Dominante. Para ellos se activó su instinto de defensa, mientras que para el contrario, el de ataque.
En un momento Fukiwara se lanzó en contra del Alfa, tirándolo de un solo golpe de su cama. No suficiente con que el sujeto haya chocado agresivamente contra el mueble, se le tiró encima a seguir repartiéndole múltiples golpes en el rostro sin que tuviese oportunidad de tan siquiera defenderse.
