Donghyuck sentía que se iba a morir. El calor recorría su cuerpo fuertemente haciéndolo aferrarse a las sábanas. Estaba solo en casa y probablemente tenía su olor en cada parte de ella. Era la primera vez que sentía su celo de esa manera.
Su padre, un poco nervioso, había salido a comprar los mejores supresores para tratar de calmar un poco el dolor de su hijo. Y es que ver a Donghyuck completamente afiebrado mientras se retorcía y quejaba seguidamente de dolor era una imagen que había prometido nunca más revivir.
Donghyuck se levantó con el cuerpo pesado. Ya era martes, el último día del celo y el calor parecía no tener intenciones de bajar hasta haberse acabado completamente el periodo. El moreno se quejó cuando el roce de la ropa le produjo una electricidad en la espalda.
— No d-de nuevo, p-por favor —trató de acelerar el paso hacia el baño,— S-sólo un poco más, s-si puedo...
Hizo sus necesidades con la mayor rapidez posible, tratando de no tocar ninguna parte sensible de su cuerpo. Con dificultad, subió su ropa y lavó su rostro. Se veía tan demacrado. Su estómago rugió, revelando que era la hora del almuerzo y él ni siquiera desayunado.
Agradecía tanto que su casa fuese de un piso, porque sentía que era capaz de saltar por la baranda de la escalera con tal de dejar de sentir tanto calor. Se dirigió a la cocina y con lo que encontró, se preparó un sándwich.
Escuchó el timbre de la entrada y su corazón empezó a palpitar fuertemente. Si hubiese sido su padre, ya hubiera entrado pateando la puerta, pero el hecho de que había alguien fuera que no conocía y Donghyuck estuviera indispuesto no le daba muy buena espina. Él no iba ser capaz de abrir sin sentir que su ropa interior se mojaba.
Nombró todos los dioses que conocía y lentamente se acercó a la puerta. El timbre volvió a sonar, desesperándolo. Si vuelve a tocar así, juro que lo muerdo, amenazó su lobo. Donghyuck negó, su lobo no podía ir por ahí diciendo esas cosas. Abrió la puerta de modo que sólo pudiera verse parte de su cara y que no se filtrara tanto el olor del interior.
— ¿Diga? —por más que no quisiera, su voz salió ligeramente temblorosa.
— Busco a Johnny Suh ¿Se encuentra en casa? —preguntó, mientras lo miraba seriamente.
— E-él... Salió esta m-mañana y aún no h-ha vuelto —apretó sus piernas, tratando de evitar que el lubricante escurriera,— ¿Debe e-entregarle algo o esperarlo?
— Tenía una pequeña entrevista a las doce en su oficina, pero no se presentó —empezó a explicar,— Me dijeron que podía venir a su hogar a conversar con él, que estaría aquí.
— Oh...
Donghyuck no podía formular más oraciones. Una ola abrasadora se impuso sobre su cuerpo, haciéndolo temblar y ponerse pálido, feromonas empezaron a salir y vio como el ceño del desconocido se fruncía. Podía notarlo, aquel apuesto chico era un alfa, menor, pero lo era.
Trató de decir que en ese momento no podría recibirlo, cuando cayó de rodillas al sentirlas débiles, empezó a sudar mientras más apestoso se ponía y el olor de la persona del frente no ayudaba. Agradecía mucho poder tener comunicación con su lobo y bastante control para evitar que este saltara sobre la primera persona que pudiera marcarle.
Sintió una mano empezar a sobar su espalda y gruñó por el contacto. Se siente bien, ¡No me estás ayudando así!
—¿Dónde está tu cuarto?
— No te i-importa saberlo, v-vete —escupió, golpeando la mano contraria,— L-le diré a mi p-padre de tu visita, ahora sal de acá.
— ¿Y dejarte solo? Ni loco —con dificultad lo tomó en brazos, apresando sus piernas y manos que forcejeaban,— Deja de pegarme, te quiero ayudar.
ESTÁS LEYENDO
Omega Controla a Alfa | Markhyuck
ФанфикMark Lee es igual a los demás alfas: controlador e impulsivo. ¿Qué pasaría si tuviese un encuentro con una persona de su mismo carácter, pero diferente posición? Porque Lee Donghyuck es lo opuesto a omega tímido y sumiso. • Historia 100% mía • No se...