Omega Controla a Alfa | Markhyuck

Extra - Agente 214: Enamorado

— ¡Emergencia! ¡Hombre adulto, hemorragia severa en el abdomen! 

Los cuchicheos de la gente no tardaron en aparecer.

EL chico alto y moreno cargaba el cuerpo casi inerte de su compañero en la espalda, dejando tras de sí un camino rojizo abundante. Corrió rápido hacia el interior del hospital, ignorando los forcejeos de los guardias para impedir el paso a la zona.

— ¡Llévenme con el doctor Cho! ¡De inmediato!

— Señor, tiene prohibid-...

— Agente Kim, 406.

Se sintió más alboroto detrás de ellos. Al voltearse, vieron como varios hombres llegaban ensangrentados, algunos ya estaban sin vida. 

Los guardias se miraron entre si, asintiendo y abriéndole paso al chico, quien corrió hacia el fondo del pasillo y dobló hacia aquella sala que hace mucho tiempo no veía tan de cerca. El cartel "Sólo personal autorizado" le dio la bienvenida y entró pateando la puerta.

Recostó a su compañero en la camilla, empezando a ejercer presión en la herida para que no siguiera perdiendo sangre. El rostro ya estaba pálido, los labios resecos y la dificultad para respirar no tenían el mejor pronóstico. El olor a metal se mezclaba con el anís, olía a muerte.

Por fin, se empezaron a escuchar los pasos apresurados de personas hacia la sala. El doctor Cho entró rápidamente y después de tomar los primeros datos, le habló a la gente que lo acompañaba.

— A cirugía, ahora —mientras movían la cama, preguntó,— ¿Qué pasó? No dudo de sus entrenamientos, pero esta no es su área.

— Emboscada, entraron a la base y tuvimos que defender.

— Cámaras principales bloqueadas, permiso de entrar.

— Entendido.

Unos veinte hombres armados entraron al terreno del edificio. Siguiendo el camino de las luces de emergencias, se movieron en la oscuridad hasta llegar a la entrada. Un par de clics y forzaron la puerta de cristal, intentando no levantar sospechas en caso de que alguien aún se encontrara dentro del edificio.

— 330, hay actividad sospechosa en el segundo piso del lugar —habló alguien al auricular,— Entraré a las cámaras para ver, procedan con cuidado.

— Entendido, 214.

Sus pisadas no se escuchaban. El grupo se separó, algunos manteniéndose en el primer piso mientras otros subieron. Con mucho cuidado, el equipo del agente 330 llegó a las oficinas de subordinados del edificio.

— Prefiero el trabajo de campo antes que estar sentado en un computador —bromeó, lanzando un lápiz al aire,— ¿Qué dices? ¿Nos apuntamos a la próxima misión?

— Paso, sabes que prefiero el ocio antes que la acción —se rio, mientras tecleaba códigos de accesos para las cámaras del segundo piso,— Acomódate, necesito soporte para entrar, Dongmin ya debe estar por llegar a la oficina principal.

El moreno bufó y se sentó frente al dispositivo, mirándolo perezosamente. Su posición corporal cambió cuando notó un cambio en el código de acceso, se preocupó.

— Hay algo mal, no creo q-... Mierda.

— ¿Qué ocurre? —el chico a su lado lo miró, confundido,— ¿Mingyu?