Omega Controla a Alfa | Markhyuck

40 | La verdad siempre sale a la luz

Donghyuck odió que el fin de semana hubiera pasado más rápido de lo normal.

Llegó a la residencia agotado. Después de que su papá lo hubiese encerrado con el alfa casi todo un día, con el pretexto de "si están más tiempo juntos, la marca desaparecerá más rápido", sentía que el aroma a eucalipto se había colado hasta por sus huesos. 

Vio las miradas confusas de sus superiores al ver la notoria cicatriz en su cuello, pero rodó los ojos tratando de ignorarlos. Llegó a su habitación y entró con sus maletas.

— Apestas —le señaló el mayor apenas lo sintió llegar,— ¿Fue un buen fin de semana?

— Cállate Ren —le cortó,— Ya bastante tengo con papá en casa, no empieces tú.

— Sabes que es broma —se disculpó,— Chenle llegará en un rato, salió con Jisung a comprar unas cosas.

— Esos dos no se han despegado, son como chicles —se burló el moreno, mientras sacaba algo de ropa para ducharse,— Quizás debería poner algo de ojo.

— Déjalos ser —le reprochó el mayor,— Si quieren ser novios, que lo hagan; hacen una pareja bonita.

— Bonitas mis pelotas —chasqueó la lengua,— Chenle es como mi hijo, si Jisung quiere salir con él, primero tiene que responder mis preguntas incómodas.

— ¿Sungchan ya se las respondió a Johnny hyung?

Donghyuck lo miró con una expresión de infarto, mientras se tocaba el pecho dolido. Renjun se rio por la reacción.

— No me vuelvas a hablar por hoy —caminó con fuerza hacia el baño y antes de cerrar la puerta, le mostró la lengua con odio.

— ¡Donghyuck! —se disculpaba mientras reía,— ¡Lo siento!

— Wow, de verdad hueles mal —fue lo primero que dijo Chenle al entrar al cuarto,— ¿Así de terrible es tener una marca?

— Voy a pedir un cambio de habitación.

Ambos chinos se rieron de la respuesta del moreno. Jisung también estaba con ellos, pero reía en silencio, intentando no sobrepasarse. Al estar con un permiso especial, tenía algo de tiempo para estar en la habitación de los omegas.

— ¿Necesitan algo más? —les preguntó tímido,— Ya debería irme, es tarde.

— No te preocupes Jisungie, gracias por ayudarnos —Renjun sonrió con dulzura,— Avisa cuando llegues.

— Cuídate mocoso.

Jisung hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación seguido de Chenle. Ambos mayores se miraron y sonrieron con picardía. Se acercaron a la puerta y la abrieron con cuidado, mirando como ambos chicos conversaban tímidamente con sus manos entrelazadas. Quiero gritarles. ¿Qué? No, Donghyuck. Lo voy a hacer. ¡No lo hag-...!

— ¡Sí se besan, vomito! 

— Gracias Hyuck, acabas de arruinar mi escena de película —el chino le dio un coscorrón mientras veían a ambos menores soltarse nerviosos,— Los dejaremos solos, no se preocupen.

Renjun jaló al moreno de su ropa al interior del lugar, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo, su pie se encargó de cerrar la puerta con fuerza.

Chenle se dio un golpe en la frente por la estupidez de sus amigos, Jisung se rio.

Aún tímido por ver a los mayores, volvió a tomar la pequeña mano del chino entre la suya, mientras sentía el corazón palpitarle con fuerza. La mejillas del contrario le mostraban que se encontraba de igual manera.