Omega Controla a Alfa | Markhyuck

35 | Otra perra con ese hueso...

Chenle y Donghyuck caminaban a sus respectivas facultades, mientras conversaban de lo que harían el fin de semana. Renjun no iba con ellos, puesto que su celo aún no acababa.

Antes de que se separaran, vieron a los lejos el grupo de Yerim riendo entre sí. Chenle titubeó en acercarse para poder ir a su salón, más Donghyuck le tomó del hombro.

— ¿Quieres que te acompañe? De todas formas, el profesor siempre llega tarde —le sugirió con una sonrisa.

— Gracias hyung —le hizo una pequeña reverencia antes de seguir caminando junto al moreno.

Al pasar por el lado del grupo, Donghyuck chocó miradas con la pelirroja, soltando un gruñido involuntario.

La media sonrisa de Yerim le dio mala espina.

— Pero si es el imbécil que se le insinuó a Jisungie —parloteó, haciendo a ambos chicos detenerse.

— ¿Qué? —se escuchó el débil susurro de Chenle.

— No le hagas caso, sigue avanzando —pidió el moreno; aún no les contaba a sus amigos esa parte de la historia,— Después te explicaré, pero lo que salga de la boca de esa bruja es mentira.

— ¿Disfrutaste estar cerca de Jisung? —siguió molestando la pelirroja,— Espero que lo hayas hecho sentir bien, no me gust-...

Las palabras se detuvieron cuando la chica dio un grito agudo, mientras veía como su cabello era despeinado por una mano enojada.

Donghyuck la zarandeó levemente, empujándola molesto.

— Mira, escoria —bufó, rodando los ojos,— Lo que haga a ti no te importa ¿O es qué a ti no te resultó con Jisung y estás celosa? —dio una media sonrisa, viendo la expresión molesta de la chica,— Si no sabes la historia, deja de inventar mierda y enfócate en no quebrar tus uñas... Es para lo único que sirves.

— ¡Oye!

Donghyuck ignoró la pataleta que empezaba a realizar la chica, tomó a Chenle del brazo y lo arrastró a su salón.

Una vez lo dejó instalado, se despidió para dirigirse a su propia facultad cuando la voz del chino lo detuvo.

— ¿Estuviste con Jisung?

— No, o sea... —volvió la vista al menor,— Lo explicaré mejor en casa ¿Está bien? Nada es lo que parece.

Chenle no pareció conforme, pero asintió lentamente. Hizo un ademán con la mano despidiéndose.

— Que tengas buen día, Hyuckie.

— Igual.

Donghyuck desapareció por el pasillo, dejando al menor con sus pensamientos.

— ¿Donghyuck?

— ¿Tú de nuevo? ¿Cuántas veces más debo repetir que no quiero encontrarme con ninguno de ustedes?

Jeno sonrió pequeño al ver la expresión de molestia en el moreno, mientras lo escuchaba quejarse con un ligero aegyo.

— Sólo saludaba al verte ¿No puedo? —preguntó con inocencia.

— ¡Claro que no! —exclamó el chico,— Vete a tu sala y finge que no me conoces.

— De todas formas ¿Qué haces aquí? Tu facultad está del otro lado —miró a su alrededor,— ¿Buscas a Renjun? No vendría estos días.