63 | Tiempos de ¿Paz y armonía?

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— ¿Donghyuck no vendrá a cenar? 

Renjun negó con la cabeza, mientras volvía derrotado desde el pasillo.

— No hubo caso, ni siquiera me dejó entrar a su habitación —se sentó lentamente, agradeciendo la comida,— Estuvo gran parte de la tarde encerrado, debe comer algo.

Chenle jugueteaba con la comida, tampoco tenía mucho apetito. Kun lo notó, haciendo una mueca con sus labios al notar que los tres chicos estaban desanimados.

— Ustedes quédense aquí, iré a su habitación —tomó un plato y una vez lo hubo llenado, miró a ambos,— Esto es normal, chicos; no tienen nada por lo que preocuparse, es parte del duelo de Donghyuck y de hecho, es de gran ayuda que estén aquí aunque sea de compañía... No les prometo que todo va a ser como antes, porque no lo será, pero si que todo irá a mejor ¿Entendieron? —sonrió cuando ambos chicos sonrieron,— Bien, ahora intenten comer con calma, volveré en un rato.

Kun caminó por el pasillo y llegó a la puerta cerrada. Dio un par de toquecitos y escuchó un gruñido del interior. Volvió a golpear y esperó hasta que un Donghyuck con ceño fruncido lo recibió; se aguantó la risa al ver como su expresión cambió drásticamente a una más calmada.

El moreno se mordió la lengua, estuvo a punto de soltar una grosería frente al mayor.

— ¿Puedo pasar?

— S-si, está bien —se hizo a un lado y dejó que Kun pasara, juntó la puerta y volvió a su cama,— Hyung, no tengo mucha hambre.

— Lo sé, puedes no comerlo —tomó asiento en el borde,— ¿Cómo has estado?

Donghyuck parpadeó confundido, antes de unir sus labios en una línea. Kun le asintió, dándole a entender que podía esperar.

— N-no lo sé, es todo tan extraño —se recostó y abrazó el peluche,— Hay veces en la que empiezo a sentirme bien y me digo: ya lo estoy superando, pero después simplemente ya no me siento bien, quiero llorar y gritar ¿Está mal? —miró al mayor,— Además... —movió su cabeza, negando,— Ya ni siquiera tiene que ver con el tema. 

— Si no quieres continuar, déjalo hasta ahí—le advirtió el hombre, comprensivo,— Donghyuck, has sido muy valiente hasta ahora y créeme, es muy normal que sientas que mejoras pero después no. Nadie vive su proceso de duelo de la misma manera, algunos demoran más y otros menos, pero todos los procesos son importantes ¿Bien? Perdiste a una persona que amabas mucho de forma espontánea, es normal que te duela mucho y sientas que quieres llorar y gritar —tomó su mano y la presionó con dulzura,— Hazlo, mi niño: llora, grita, duerme todo lo que quieras y después, vive tu día a día, florece con cada sol y sigue adelante; estoy seguro que tu padre quisiera que hicieras eso.

Donghyuck puchereó, pestañeando con fuerza para evitar que sus ojos llorosos derramaran lágrimas. No, no lloraría frente al hombre que acababa de sacarle todos los traumas, sería demasiado humillante para él.

Asintió lentamente y le agradeció al mayor por la comida. Kun acarició su cabeza antes de despedirse del moreno, él se iría esa noche al hostal donde se quedaba y volvería al día siguiente.

El mayor salió de la habitación y negó con la cabeza cuando vio a Renjun y Chenle con sus cabezas pegadas a la pared, intentando escuchar.

— Malcriados, es de mala educación escuchar conversaciones ajenas —les recriminó con gracia,— Vamos, dejémoslo descansar.

— ¿Todavía más? —dijo Chenle, con un tono de ironía. Kun rodó los ojos, mientras el otro chico le daba un pequeño coscorrón,— Auch, era broma... Saben que esperaremos a Donghyuck lo que sea necesario.

Omega Controla a Alfa | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora