38 | Ups, una marca

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— Es un montón de gente —Renjun se sentía abrumado,— ¿Por qué acepté?

— Dímelo a mí, ni siquiera me preguntaron —Sungchan se paró a su lado, con una expresión cansada,— No puedo creer que me traigan de niñero.

— De niñero no, imbécil —el moreno se bajaba del vehículo, era el único que venía lo bastante producido,— Tienes veintidós, pero pareciera que tienes la edad de mi papá; tan aburrido.

Sungchan le sacó la lengua a modo de protesta y Donghyuck se la devolvió como burla. Chenle miró la cantidad de gente que entraba y salía de la casa con vasos y uno que otro bocadillo; los ventanales parecían a punto de reventar por el volumen de la música. La mezcla de olores llegó a sus fosas nasales, causando estragos en su estómago.

— Huele fatal —se quejó el menor, sonriendo casi de inmediato,— ¿Entramos?

— ¡Chicos! —la voz animada del beta apareció, llegando con un par de vasos,— Si vinieron, no creí que Jeno se atrevería a invitarlos... O que ustedes aceptaran la invitación.

— Es un fiesta, estas cosas no se niegan por nada —aseguró el moreno,— ¿Cómo está el ambiente dentro?

— Normal, la gente baila y bebe todavía, recién son las nueve —levantó los hombros, con indiferencia,— Oh ¡Sungchanie! Qué bueno verte otra vez.

— Lo mismo digo —asintió, con una pequeña sonrisa.

— Bien ¿Vamos a entrar o no? —preguntó el chino mayor.


El ambiente dentro de la casa se sentía pesado. Cientos de cuerpos bailando pegados mientras otros estaban en el mini bar improvisado, algunos jugaban en la mesa de billar o cantando a todo pulmón.

Renjun, Chenle y Sungchan se miraron, no estaban tan acostumbrados. Donghyuck, por otra parte, ya se había escapado a pedir algo de alcohol. Mientras esperaba que saliera su trago, reconoció un par de compañeros y personas de otras facultades, saludando con una pequeña sonrisa.

Rodó los ojos cuando vio pasearse a la pelirroja con un corto vestido y un escote provocativo, viendo como un par de alfas se quedaban viendo más de la cuenta. Esa perra sarnosa.

— Joven, su trago —el barman le habló fuerte, dándole el vaso. Donghyuck hizo una reverencia en agradecimiento.

Volvió con los chicos que estaban en un sillón cerca de una esquina, conversando entre sí. Logró visualizar a Yangyang con ellos.

— Yangyang, qué gusto verte —dijo sonriente,— La verdad no, hace bastante tiempo no veía tu trasero.

— Siempre tan cariñoso —le sacó la lengua.

— Bueno ¿Vamos a bailar? —invitó Chenle, moviendo sus brazos al compás de la canción,— No pienso quedarme sentado todo el rato aquí.

— Pueden ir ustedes, yo me quedaré aquí —asintió Renjun, acomodándose mejor,— Quizás después vaya por algo de beber.

— Yo igual me quedaré —se unió el alfa,— Este no es mi ambiente, pero cualquier cosa me avisan.

— Nos vemos —el moreno tomó las manos del resto y los arrastró al centro de la pista, empezando a mover sus caderas,— ¡Me encanta esta canción!

Los dos chicos se miraron entre si. Donghyuck en su modo extrovertido "feliz por las fiestas" era muy diferente del extrovertido "pateo traseros porque nadie me agrada".





Omega Controla a Alfa | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora