Mi Mate, Una Beta

Cap 6

Beth

Me levanto algo cansada y noto una respiración pausada debajo mío, giro la cabeza encontrándome con Adam.
Me separo rápidamente y veo que estoy vestida pero el...¡está sin camiseta!

-¡Beth calmate! El nos ayudó a pasar el celo.

Abro los ojos por el asombro y empiezo a sollozar.

-no Beth no es eso, el nos dio una pastilla.

Mis sollozos cesan pero cuando estoy apunto de limpiarme una lágrima rebelde que se iba a caer Adam se levanta y me abraza, se separa de mi y me revisa con la mirada con algo de preocupación.

-¿Estás bien?

Yo asiento algo desconfiada.

- ayer te di una pastilla, no hicimos nada pero....me besaste pero nada más.

- ¿T-te be-bese?

- Si...pero nada más.

-¿Y tú camiseta?

- no duermo con camiseta, pero ahora me la pongo tranquila.

-¡No!

El me mira con una sonrisa en la cara.

- me r-re-fi-ero-cojo un poco de aire ya que no entiendo el por qué tartamudeo.
- a lo que me refiero es que puedes estar así al fin y al cabo es tu casa.

- ¿Segura que no te molesta?

-Si supieras que le encanta.

-tu callate traicionera.

-Para nada...es decir si tú estás cómodo.

El asiente y se dirige al armario donde veo metida también mi ropa.

- ¿Cuando metiste mi ropa en el armario?

- No la metí yo-admite- la metió Mara mientras dormíamos seguramente.

-No entiendo que son esas confianzas entre nuestro Mate y la criada.

- ¡Melody!

- No me gusta el es MIO.

Adam se acerca a mí y me abraza quedando nuestros cuerpos juntos.

-A ella no la quiero, te quiero a ti.

Trago grueso y siento que el corazón me va a mil.

-¿Co-como sa-sa-bes?

- Caleb lo escucho ya que tú loba piensa muy alto y nuestros lobos se pueden comunicar, no debes desconfiar solo tengo ojos para ti.

-No le creo.

- Deberías por qué el nunca a sido tan sincero Melody- le dice Caleb.

Me separo de el ya que llevo dos días en este cuarto.

- ¿Podemos ir a dar un paseo?

Adam sonríe y me abraza con ilusión.

- ¿Es-estas bien?

- Ahora vamos a pasear pero tienes que desayunar mientras que yo arreglo unos papeles, ¿Te parece?

Asiento y me dirijo al armario mientras que el sale de la habitación, optó por ponerme un pantalón de chándal gris y por arriba una camiseta de tirantes negra. Me recojo el pelo en una cola de caballo alta y me voy a la cocina en la cual Mara ya me ah puesto un Bolt de cereales de chocolate.

- Gracias.

- Denada señora luna.

Casi me atragantó con los cereales.

- No quiero que me llames así.

-pues a mí no me importaría que me respetará.

- Melody no es el momento.

- Como desee.- se retira haciéndome una reverencia y se va dejándome sola en la cocina.

Cuando voy a meterme a la boca la última cucharada noto que alguien me vigila.

-Hola luna- lo miro de arriba abajo y es el beta de Adam.

- No me llames así, no me gusta además el y yo no somos nada.

- Ya... Bueno antes eras beta.

- sigo siendolo.

- Dirás eras por qué ya no tienes Alpha.

Gruñó molesta y siento una punzada en el pecho por qué tiene toda la razón.

- Adam te espera afuera.

- Está bien.

Salgo y dos guardias me miran cosa que hace que sienta un gruñido a mi espalda y los guardias tiemblen.

-¡LEJOS DE ELLA!

-S-shi Al-Alpha.-ambos apartan la mirada y se doblegan ante Adam.

- Vamos.

Yo le sigo en silencio y miro todo a mi alrededor, es bonita y es lugar lleno de alegría y calma.

-¿Te gusta?

- Me gusta se nota que eres un buen Alpha, No veo ninguna escased de nada y todos están felices y tranquilos.

El sonríe mirándome y me abraza, se separa de mi y creo que noto mi cara.

- ¿te incómodo?

- Nada que ver es que... No me suele gustar el contacto físico en general pero... En ti no me molesta es eso.

El abre los ojos de par en par y vuelve a sonreír.

-Joder...que bien se le ve...

- Beth por una vez razonas.

- ¡callate!

-tu misma pero te has puesto roja y nuestro hombre lo está viendo.

- ¿Beth?

- estoy bien

- bueno andamos.

Yo asiento, después de la caminata vamos a volver cuando Adam me para.

- No quiero que te sientas obligada ni nada parecido...

Esto no me gusta pero igualmente lo observó es como si no quisiera parar de mirarlo.

-¿Quieres comer con mis padres?

Empiezo a toser, siento que la garganta se me queda seca.

- Pero...

- Ya se que aún no me aceptas pero ¿te gustaría?

- Yo...