Mi Mate, Una Beta

Cap 28

Adam

Ambos reímos y después volvemos a intentar a ayudarla andar lo cual Julietta sonríe y va dando pasos agarrada de las manos de Beth.

- Lo estás haciendo muy bien mi niña.

-Lo está haciendo genial- digo yo orgulloso.

La puerta se abre mostrando a Mike ya que nosotros estamos andando por toda la casa.

- ¡Por la diosa! ¡Julietta anda!

Beth asiente sonriendo y Mike se acerca a nosotros y se une a paseo hasta que se cansa es normal ya que es una bebé.

- Nuestra enana ya sabe andar.

- Si... Mike la pequeña ya va a empezar a dar guerra.

Los tres reímos y dejamos a Julietta en la cuna para después estar todos en la cocina tomando algo.

- ¿Como empezó a andar?

- Estábamos jugando con sus muñecos y derrepente se hecha para alante impresionando a todos.- digo yo contento.

Entre esa enana y mi mate me hacen las dos los días más felices.

-¿Que vas a hacer?- pregunta Beth a Mike curiosa.

- Lo que me mande el Alpha.

-De momento tienes libre ya hice todo está mañana.

- Pues vamos al lago.- Yo frunzo el ceño
Ya que no quiero que estén en el lago solos.

En ese lago vi por primera vez a Beth semidesnuda y casi se entrega a mí no voy a permitir que esté con el a solas.

-¿Que opinas Adam?- pregunta Mike.

-¿Estás bien?- dice Beth agarrando mi mano.

- Por que no vamos a la piscina de la mansión- suelto derrepente.

- A mi me da igual una que otra- dice Mike- ¿Pero vienes no?

Yo asiento con la cabeza y pone hora para estar en la piscina.

-Bien pues me voy con mi madre y nos vemos en la tarde luna y Alpha.

Ambos asentimos y yo miro curioso a Beth.

-¿Que ocurre?

-Vamos de compras tienes que comprarte ropa, bikinis, ve- soy interrumpido por ella mientras ríe.

- Ya fui ayer de compras con tu madre así que tranquilo tengo todo lo necesario.

-¿Tu y mi madre habéis ido de compras?

Ella asiente levemente y yo sonrió.

- Me alegro mucho.

Me acerco a ella y la beso.

- Así que de eso eran las bolsas...

Ella abre los ojos de par en par.

-¡Voy a mirarlas!- exclamó divertido y ella viene detrás de mi corriendo.

- ¡Adam! Eso es de mala educación.

Entramos al cuarto y yo voy directo al armario y veo aún las bolsas.

-Quieto ahí lobito si no quieres quedarte sin huevos.- me advierte.

Mientras la miro meto mi mano en una bolsa y saco una tela blanca haciendo que se ruborice.

- Suelta eso.- dice para cogerla y guardarla en su puño.

-¿Que es?

- Nada importante.