Mi Mate, Una Beta

Cap 60

Beth

Adam se sienta a mi lado pero no quiero mirarle. El sueño vuelve a mi una y otra vez a pesar de que le dije a Adam que no me acordaba.

-¿Quieres hablar?

-¿Sobre?- le pregunto.

-Sobre lo sucedido ayer con Mara o simplemente con lo que soñaste.

Yo suspiró para levantarme y el me imita.

-Me quedan tres días.

Me giro para mirarlo con el ceño fruncido.

-¿Tres días de que?

El traga grueso y se arrasca la nuca nervioso.

-Tres días para que ande en celo.

-¿Y?- me atrevo a preguntar.

-Quiero pasarlo contigo.

¿Este hombre solo me quiere para follar?

-No Beth, no es solamente para...bueno...

-¿Entonces que mierda me intentas decir con eso?

-Que no quiero estar enfadado contigo en ese entoces, tampoco quiero que te acerques apesar de lo que te pida Caleb, en ningún concepto Beth entres donde me voy a encerrar.

-Pe-

-No Beth me encantaría pasar el celo contigo, tener tu lado salvaje también pero te puedo marcar y no quiero aún.

Yo asiento y niego con la cabeza recordándome que sigo enfadada.

-¿Enserio Beth?

-Mira Adam creo que eres lo suficientemente inteligente para saber que algo raro está sucediendo con Mara. Te guste o no yo no voy a dejar a mi hija con ella y te lo digo con todo el respeto del mundo.

Le digo para intentar volver a la mansión pero el gruñón me bloquea el paso.

-¿Quieres entrar?

Lo fulminó con la mirada cansada.

-Si quieres entrar tienes que pagar la entrada.

Enarcó una ceja para mirarlo más fijamente.

-Adam entro o me quedó afuera pero no pienso pagarte por entrar.- le digo sincera.

-Ni siquiera te he dicho el precio, preciosa- me dice para guiñarme un ojo.

-¿Un puñetazo? Por qué te lo pago encantada.- me ofrezco orgullosa.

-no- dice rodando los ojos- Un beso, esa es la entrada.

Me doy media vuelta sobre mis talones para empezar a caminar a dirección contraria.
Cuando oigo que la puerta es abierta y sale un suspiro.

-Entra ya no te pago.

Yo sonrió satisfecha para entrar en la mansión con el detrás. Mi mirada cae en Mara la cual agacha la cabeza y yo me masajeó la cabeza. No estoy de humor para aguantar sus mentiras.

Subo escaleras arriba y veo a Julietta intentar salir de la cuna.

-Ahora voy cielo...- sonrió y Julietta alza los brazos para que la saque.

-Papa- Julietta busca a su padre por todo el cuarto con la mirada.

La puerta es abierta y aparece el, dejo a Julietta en el suelo para que vaya andando junto a su padre mientras yo le preparo la ropa que llevara hoy.

-Tienes que convencer a mami de que me perdone, que tu papi es un buen hombre y solo se preocupa de lo que es suyo.

Yo suspiró pero sigo con la ropa.