Cap 55

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Especial Alex y Zoca

Zoca

Despues de tomar el café, pague y nos volvimos a montar en el coche.
Me fijo en que Alex no es de esas personas que hablan mucho, en el coche se mantiene en silencio, mirando a la ventana y de vez en cuando tarareando alguna canción.

Aparco a tres calles de distancia de la suya.

-Gracias- me dice sonriente.

-No tienes por qué darlas.

El se baja del coche pero antes de que baje le cojo de la mano y le doy un beso el cual me corresponde... Creo que iré más veces a su casa...

Se separa de mi está rojo pero agacha la cabeza como si no lo hubiera visto.

-Adios.

-Otro día quedamos.

-No creo que pueda...- dice el.

-Pues me colare por tu ventana tu decides.

Me mira de arriba abajo y niega.

- ¿No puedes hacer como las personas normales?

-¿A que te refieres?- me digo inocente haciendo que el ruede los ojos.

- Pues... Las personas normales, se dan el número de teléfono, no se besan el primer día y no tienen un extraño saludo al conocerse.

Esta vez soy yo quien lo mira como un objeto extraño para después sonreír.

-Prefiero hacer esto.

-Por lo menos dame tu número- me dice el directamente.- No me malinterpretes, pero si quieres quedar para poder comunicarnos sin que entres a mi casa como si fuera tuya.

- a mí me gusta hacer eso- le aseguro- pero obmitiendo la parte con la que me pegas con un bate.

El se arrasca la nuca nerviosamente.

- ¿Me das tu número?- me vuelve a repetir.

-No, así que esperame en tu cuarto.- le aseguro- y a poder ser sin bate.

Me iba a decir algo más pero yo arranco el coche con una sonrisa triunfante en la cara.

Mi Rey, lo bien que lo vamos a pasar...

Alex

Llego a casa y dejo la cartera y mi móvil en mi cuarto, bajo y me encuentro una nota.

Hola hijo:

Mama también ha quedado con amigos si quieres invita a Emma o Eloy a casa a ver alguna película.

P.D: Llegaré tarde, te amo♡

Si Zoca no se hubiese ido sin darme su teléfono vería alguna película con el, pero no es el caso así que vuelvo a mi habitación para coger el teléfono y marcarle a Emma.

(...)

El timbre suena dándome a entender que Emma llegó.
Le abro la puerta y ella emocionada me abraza.

-¿Que tal esta mi piojoso?

-No tengo piojos.

-Cierto, pero los tuviste.

-si, hace 9 años.

Emma y yo nos conocemos desde infantil, un día en infantil cogí piojos y Emma fue la única que se enteró y pues de modo cariñoso me llama piojoso.

-¿Que vamos a hacer?- dice dejando su bolso en la encimera de la cocina.

-Tenia pensando ver una película y comer palomitas de colores.

-Perfecto.

Después de mirar medio Netflix optamos por ver El Grinch.
Vemos una parte en la que se ve claramente que el Grinch tiene depresión y es muy gruñón.

-¿Sabes? El Grinch me recuerda a ti- le informo a Emma.

-¿Por qué?- dice cruzándose de brazos y mirándome mal.

-Es muy gruñón como tu.

Emma coje las almohadas y me las tira. Empezamos a tiranos almohadas por toda la casa hasta que explotó la favorita de mi madre.

-¡No me jodas!

-Si te jode- dice Emma mirando la almohada.- Espero que sepas coser por qué yo no sé.

-Creo que si...pero no tengo el relleno suficiente ya que la mayoría se metió debajo del mueble y la otra nose donde está.

Me fijo en que mi gato Catlas empieza a jugar con el relleno haciendo que ambos suspiramos.

-Hagamls una cosa, voy a por el relleno y tú intenta juntar todo el que puedas y vas mirando como lo vas cosiendo, ¿Te parece?

Yo asiento y Emma coje el móvil y la cartera para salir por la puerta.
Me fijo en que se a dejado su bolso pero siempre lo hace así que no me importa.

Voy al mueble de el cuarto de mi madre para coger hilo, aguja y un dedal.

Al bajar veo a Zoca mirar la cocina.

-¿Que haces a qui?

-Visitarte- dice simple.

-Ahora no quiero que me visites.

-Ya veo lo de lío el gato.-dice mirando el cojín.

-Pues esta vez no fue el gato, Zoca porfavor esta vez vete.

-¿Por qué?- dice al enfadado-¿Te molesta que tu novia me vea?

¿Novia?

Me fijo que el bolso sigue en la mesa pero no es motivo para que sepa que hay otra mujer en esta casa que no sea mi madre.

-El bolso es de mi madre, ni siquiera sé por qué te doy explicaciones.

-El bolso no es de tu madre Alex.

Trago grueso, me siento culpable no entiendo el por qué pero me siento muy culpable.

-¿Como sabes eso?

-Su olor no es el mismo, el bolso es de otra mujer y se perfectamente que es joven.

-Si ahora tienes sexto sentido.- le digo irónico-¿Eres Spiderman?

-No estoy de broma, Alex.

-Nadie te dijo que entraras a mi casa como si fuera tuya y ahora me recriminas por traer a una- no me deja acabar por qué me estampa contra la pared y me besa muy bruscamente.

Lo empujó atrás y me limpio el labio con fuerza.

-¡¿Pero que mierda haces?!

-¿yo?- el suspira demasiado fuerte y rápido- Dejar claro lo que es mío.

-¡Yo no tengo dueño!- le digo fuertemente- ¡Fuera de mi casa!

El suspira y niega.

-Hace unos días no te quejaste de que entrara a tu cuarto.

-Hace unos días tu mismo lo has dicho, ¡ahora te largas!

El sonríe, este hombre está loco.

-Claro que me voy, siempre y cuando no te acerques demasiado a otras personas.

Aprieto mis puños a mis costados y los mira y su sonrisa se amplía más.
Odio cuando hace eso.

-¡Que te den!

-Si eres tú con gusto.

La puerta hace ruido, miro para la dirección de la puerta y después vuelvo a mirar a la cocina donde Zoca ya no está,¿ A sido me imaginacion? ¿Hablo solo?

-¡Hola, piojoso! Encontré mucho relleno de espuma, plumas y algodón para que escog- Emma me mira enarcando una ceja.-¿Que sucede?

-Nada.

-Ya claro, pues ese "nada" te a dejado con los puños tensos y los labios rojos.- dice ella haciendo una mueca rara.

-No es nada, ayudame con este desastre.

-Esta bien malhumorado, después me cuentas lo de el labio.

Mi Mate, Una BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora