La casa de Braon se situaba en la parte suroeste de Carlharat.Conforme la muchacha entraba por el portón, giraba a la izquierda desde la plaza y se adentraba en una de las estrechas callejuelas sin salida con casas casi idénticas, algunas de una sola planta, otras de dos...pero todas de madera bastante envejecida ya, y a veces un pequeño jardín delantero.
La vivienda de ésta pequeña familia estaba al fondo de la calle,a la derecha según se entraba.Al ser la última casa, tenía uno de los lados dejado caer en la muralla.
"En caso de movimiento de tierra,no me hará falta llamar a tu puerta para beber una cerveza."le decía Braon entre bromas a su vecino.
Merideth avanzaba por el callejón y saludaba a sus vecinos mientras andaba.Ya empezaba a oscurecer y se podía vislumbrar los primeros candiles y lámparas de aceite encendidos, desde las rendijas de las contraventanas.
Al fin llegó a casa y se extrañó de no ver ninguna luz allí.Braon decía muchas veces que su vista ya no era la de antes y por eso era uno de los primeros en encender la lámpara.
"Estará en la taberna de nuevo, como si lo viera. Qué hombre tan cabezota."
El médico le había dicho seriamente que no se propasara con el alcohol,aunque a veces solía tomar algun vasito de vino durante la comida o muy de vez en cuando una cerveza.
Pero hacía sólo dos días venía de allí... y hoy otra vez."Cuando vuelva, a ver quién reprende a quién" pensaba Merideth.
Decidió que mientras esperaba a que llegase se daría un buen baño caliente.Le dolía todo el cuerpo.
Entró al jardin,dejando el pozo a la derecha y la muralla a la izquierda y acto seguido abrió la puerta para directamente subir la escalera hacia su habitación. Llenaría la bañera y se relajaría un rato.Bien que se lo merecía aquel fastidioso día..La cena podía esperar.
Ya en el agua con el largo cabello sumergido, pensaba en cómo le explicaría a Braon su "pequeño incidente real".
No estaba segura si estaría de su parte, pues los elfos para Braon eran muy estimados.Una vez le contó que hace muchos años ya, durante la histórica guerra del anillo, luchó junto a ellos en el abismo de Helm, donde elfos y hombres por igual perecían en una sangrienta batalla contra miles de orcos bajo una lluvia torrencial.
En otra ocasión, varios años después, se ofreció con su pequeño ejército a luchar junto a los elfos de no sé qué sitios de la Tierra Media.
Así estaba el pobre Braon ya.Desvencijado como una vieja mesa apolillada, con cicatrices y dolores crónicos por todos sitios.Pero no se amilanaba.Gustaba de comer, beber(cuando Merideth no lo veía), montar a su fiel Ocaso y trabajar en el cuartel, enseñando a las futuras generaciones lo mejor que él sabía hacer,pelear.
Estuvo casado también. Ella se llamaba Greesa.Cuando a Merideth le hablaba de ella, sus ojos se ponían brillantes y enseguida cambiaba de tema.La quería con locura, y a pesar de que nunca tuvieron la suerte de poder tener hijos, eran felices con poco.Por entonces vivían en otro sitio, Merideth no recordaba el nombre de la ciudad, pero era grande.Una vez que Braon salió con el batallón fuera de las murallas para defender la ciudad de un ejército enemigo, éstos mataron a los guardias y derribaron el portón, entrando y dando muerte a todo lo que se movía, sin distinción de edad, sexo...prendieron fuego a las casas y establos, y los que no murieron a punta de espada, lo hicieron calcinados o asfixiados por el humo.Esto último fue lo que le pasó a Greesa.Cuando las defensas de la ciudad volvieron a entrar para resistir, Braon corrió a su casa entre mandobles y estocadas.Cuando llegó vio la casa ardiendo y a Greesa atrapada dentro inconsciente.
Braon la lloró muchos años, y cuando encontró a Merideth, encontró también una nueva luz en su corazón.
"Qué raro que tarde tanto"se extrañaba aún dentro del agua."A ver si voy a tener que salir a buscarlo".Y en cuanto hubo pensado esto, oyó abrirse la puerta en el piso de abajo.
_¡Merideth!¿Donde estás?_su voz denotaba buen ánimo_.
_¡Estoy dándome un baño, enseguida bajo, casi he terminado!_dijo Merideth escurriéndose el pelo y liándose en una mullida toalla.
Braon estaba al pie de la escalera.
_Estaba pensando en lo de las clases del cuartel.No me pareció buena idea que fueses allí con tanto hombre, y como yo no tengo mucho tiempo, es mejor que lo haga alguien por mí.Ah,ya he hablado con Frain,le he dicho que dejarás de ir al trabajo éstos días.Empiezas mañana por la mañana.
"Claro, ¿ya para qué? Mañana seguramente terminarán de limpiar el terreno, luego sólo hace falta un carro con dos personas para estercolar y otra para labrar la tierra".
Esto se lo esperaba Merideth desde hacía tiempo. Cualquier día hablaría con algún amigote suyo de batallitas y se llevaría un interminable par de horas al día enseñándola a girar una espada de madera a derecha, izquierda, arriba, abajo...
_¿Y quién se supone que es el futuro hombre muerto?Elige a alguno que no tenga mujer e hijos que mantener, me sabría fatal_bromeaba Merideth desde su habitación, entre risas_.
_Oh, pues ahí está la sorpresa.Te he conseguido al mejor, es un amigo.Le he invitado a cenar¿Puedes bajar?
Merideth abrió la puerta aún riendo, con el pelo húmedo suelto y, atándose a la cintura una bata de andar por casa, empezó a bajar por la escalera.
_Claro.Pregúntale si le gusta...¡ah!
Y la risa salió rodando escaleras abajo.
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Las Gemas Gemelas
FanfictionA los once años, Merideth fue rescatada por el capitán de la guardia de Carlharat, una ciudad de la Tierra Media, al oeste de las Montañas nubladas. Un puñado de orcos casi la matan a golpes para llevársela,junto a la piedra rota que llevaba colgada...