Sepultura y voces extrañas

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_Esto es mejor que el agua del lago de la cascada, ¿no piensas lo mismo?Está algo menos fría_le dijo Merideth a Legolas mientras lo relajaba con suaves y espumosos masajes en la cabeza_.

La chica estaba dejada caer sobre la espalda en la pared de la bañera, mientras el elfo descansaba sobre ella boca arriba, con la cabeza dejada caer en su pecho, mirando hacia el techo, pensativo.

_Eh_le llamó la atención Merideth, al ver que no contestaba_, no me puedo creer que hayas vuelto a dormirte.

Legolas se giró hacia ella, levantando un poco de oleaje que amenazaba por volver a desbordar la bañera.

_Cásate conmigo_le dijo de repente_.

Merideth se quedó fría, aunque el agua aún emitiese vapor.

_¿Qué?_le preguntó,sin creer lo que acababa de oír.

El elfo se incorporó, sentándose frente a ella.

_Casémonos_repitió, sin más_.

La muchacha no sabía qué decir, aquello la había pillado muy de sorpresa.

_Oh...bueno, no esperaba esta clase de propuesta... eh...vaya... pues...

_Sólo tienes que responder sí o no.Dime que sí_le dijo él, sonriéndole_.

Merideth estaba sin habla.¿Casarse?

_¿Dudas?_le preguntó él.

_No, no, no, claro que no, pero...dios mio, esto es..._decía la muchacha riendo_una locura.

_No es ninguna locura...quizá para mi, dadas mis circunstancias, pero no para ti. Tú eres más libre que yo.Si yo soy capaz, tú no debes tener ningún problema.

Merideth sí veía el problema.

_Legolas,no quiero que por mi culpa tengas dificultades con tu padre...ya sé cómo son...

_Ya solucionaremos eso...¿vas a contestarme o no?

La muchacha lo miró a los ojos.

_Sí_le dijo_.

El elfo se abalanzó a ella, desbordando al fin la bañera, y la besó en los labios.

_Al fin serás 'mi señora'_le soltó él, riendo_.

La chica le tiró un puñado de espuma en la cara.

_Ni lo sueñes, tramposo.


Merideth estaba cocinando en el fogón.Después del relajante y a la vez estimulante baño con petición de matrimonio incluída, se había venido un poco abajo.

Recordó cómo Braon la atosigaba con que se uniese a Legolas y ella se negaba, diciéndole que ya se casaría cuando llegase el momento con quien ella eligiese y que entonces él sería su padrino de bodas.

Todo se había ido al traste.

En realidad le daba igual casarse como si no.Si su padrastro aún siguiera con vida, si no hubiera ocurrido aquello... todo le haría mucha más ilusión. Se conformaba con seguir con aquella relación como hasta ahora. ¿Acaso no estaban bien?

Luego estaba el tema real.

Aquello sí estaba difícil.Dudaba muy mucho que el rey permitiese a su hijo, el príncipe,su único heredero,contraer nupcias con una campesina normal y corriente.Le diría que no, claro,no tenía ni que dudarlo siquiera. Y...¿qué iban a hacer entonces,escaparse?

No deseaba eso para él, por supuesto, no quería separarlo de su gente ni de su familia sólo por ella.No sería feliz, por mucho que intentase aparentarlo en su presencia.Había aceptado su propuesta para que no pensase que dudaba de su amor por él, pero Merideth no estaba tan segura como el elfo.

Las Gemas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora