No estamos solos

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_Si nos damos un poco de prisa, mañana antes del atardecer llegaremos a la orilla de la desembocadura_anunció Legolas mientras acampaban_.


_Lo tendremos difícil_dijo Alasmmel_, si hay algún puente, lo encontraremos medio derruído.Por éstos parajes hace años que no existen rutas comerciales.


Legolas desataba los bultos que llevaba Naurlim en la grupa mientras las mujeres extendían las telas de las tiendas.


_Lo sé_dijo, con poca esperanza de encontrar un paso_, quizá hubiese sido mejor rodear el mar por el sur.


_Seguro que podremos pasar_añadió Merideth_, son demasiados kilómetros hasta Esgaroth, por fuerza debe haber algo.


_Eso espero_contestó Legolas_, en caso contrario, nos esperaría otra semana de viaje.


_¿Otra semana?_dijo Leah, que ayudaba a Alasmmel a extender la tela de la tienda.


_Si tenemos que llegar a la ciudad del lago y volver por la otra orilla, sí.


_¿Y si embarcamos allí y volvemos por el río? Tardaríamos menos que a caballo_propuso ella_.


_El Celduin es demasiado rápido en primavera_respondió Alasmmel_, cuando se le une el Carnen, sus aguas se vuelven demasiado violentas y es imposible navegarlo sin riesgo a naufragar.


_¿De qué estáis hablando?_dijo Merideth, tensando el techo de la tienda_Claro que podremos cruzarlo sin tener que hacer ese enorme rodeo.


_Bien, basta de suposiciones_cortó Legolas_, ya veremos qué hacemos cuando lleguemos.Id a descansar, mañana saldremos más temprano.


Merideth extendió dos mantas en el suelo de la tienda y dejó otra allí para abrigarse.


Buscó en su equipaje algo de ropa para enrollarla e improvisar una almohada, cuando encontró su bolsita de hierbas.


La dejó allí guardada, ya no la necesitaba, y entró a la tienda.


Estaba harta de dormir en el suelo, por muchas mantas que pusiera, siempre le dolían todos los huesos al levantarse.Echaba de menos su mullida cama...incluso al insoportable gallo del vecino, que sólo vivía para pisotear a las gallinas y fastidiarle a ella el sueño.


Echaba de menos tantas cosas...


_¿Puedo acompañarte?_dijo Legolas sentándose junto a ella.


_Claro...¿hoy no te quedas al fuego?


_No_dijo, tumbándose de lado_.Esta noche quiero fastidiarte un poco.¿En qué piensas?


Merideth se echó sobre las mantas.


_No me vas a creer, pero pensaba en gallos y gallinas.


Las Gemas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora