Ésta estaba a rebosar. Gente de todas las edades se encontraban allí,sonrientes y elegantes, entre las mesas,pulcramente engalanadas con cintas y faldones de colores,repletas de viandas.Había gran cantidad de lámparas, candiles y farolillos encendidos repartidos estratégicamente y enormes macetones floridos adornaban cada rincón de la plaza.En el poste central, encima de la hiedra que lo cubría, habían enganchado muchos farolillos que, encendidos, hacían sacarle destellos verdes a las brillantes hojas que tenían alrededor.
Un tabernero colocado entre dos barriles repartía jarras de cerveza y vino a los que se acercaban, un bufón hacía reir a un buen grupo de niños sentados en bancos de madera y un mago mostraba "trucos" de magia haciendo abrir la boca y aplaudir a los presentes.
En el otro lado, un grupo musical subido a un escenario amenizaba la velada tocando canciones muy alegres, las cuales invitaban a bailar a muchos asistentes y hacer reír a los que los miraban.Junto al escenario de los músicos había una fila larga de bancos con algunas chicas sentadas.Merideth le explicó al elfo que las doncellas esperaban ahí a que algun galán las invitase a un baile.
Leah estaba allí también.
Legolas y la chica se acercaron a ella y la muchacha los presentó. Las demás que estaban sentadas cerca de ella levantaron la vista al ver aparecer a aquel increible"muchacho" y no le quitaron ojo..Pidió perdón por no haberlos presentado antes y estuvieron unos minutos hablando entre los tres, cuando Merideth vio de reojo que los dos escoltas que acompañaban a Legolas a veces, habían hecho acto de presencia en la plaza.
El elfo también se dio cuenta, se disculpó y se dirigió al encuentro de sus soldados.
Merideth se sentó junto a Leah.
_Vaya, vaya, vaya...así que me hiciste caso_le dijo Leah_.
_No tengo nada con él, sólo cumplo mi acuerdo.Ha venido a mi casa a por mí, ¿qué querías que hiciera?
_Merideth,tu sabrás qué es lo mejor para ti, a mi no me preguntes...yo lo veo perfecto.
Las dos muchachas rompieron en risas.En ese momento, Leah vio cómo Legolas se acercaba hacia ellas con...el escolta de cabello castaño.
_Madre mía...¡se lo dijiste!_le gritó ella entre susurros.
_¡No! Él te oyó, te dije que tienen oido fino.
Leah quería que la tragase la tierra.
_Os presento a Alasmmel_comenzó el principe formalmente_.Ellas son Leah y Merideth...aunque ésta última ya tiene pareja.¿Me hacéis el honor?_le preguntó a Merideth ofreciéndole la mano.
La chica se levantó y, a regañadientes,siguió al elfo hasta llegar bajo las guirnaldas, dejando a Leah atrás hablando con Alasmmel.
En ese momento estaba sonando una canción algo más tranquila, con la cual varias parejas se sumaron al baile y otras ya se habían retirado.
Legolas y Merideth se situaron uno frente al otro, se saludaron protocolariamente y se acercaron.El elfo puso las manos en la cintura de ella y la muchacha, las suyas en los hombros de él.
_No sé si lo sospechas_le dijo Merideth una vez que empezaron a moverse_, pero puede que te arrepientas de esto.
_Sólo durará un momento.Luego serás libre_le dijo Legolas sonriéndole_.
_Gracias.Porque estos zapatos me están destrozando los pies.
La música terminó, Legolas le agradeció el baile y Merideth fue a buscar a Leah para sentarse a su lado, pero el banco estaba vacío...¿dónde se había metido?
Miró hacia donde, de nuevo,comenzaban a bailar las parejas, y cual no fue su sorpresa cuando la encontró saludándose con Alasmmel,dispuesta a satisfacer a éste a su invitacion a bailar.
Se alegró por ella y se sentó un rato en el banco junto a otras muchachas para verlos.Formaban buena pareja.
Hizo una mueca de dolor y se llevó las manos a los pies."Malditos zapatos...me van a tener coja toda la noche."
Se quitó uno de ellos y vió que le estaba empezando a salirle una herida encima del talón.Y el otro le dolía por la puntera."Tendré que ir a casa a cambiármelos."
Entonces llegó Frain.
_Hola.Te he echado de menos,preciosa.
Merideth levantó la vista y lo saludó con desgana.
_Ah, hola, Frain.¿Cómo te va? "¿Preciosa?"
_No muy mal. Aunque me iría mejor con alguien como tú. Esta noche estás radiante_le dijo, mirándole descaradamente el escote_.
Merideth lo vió venir.
_Aún es temprano para beber,¿no piensas lo mismo?
Frain se agachó para acercarse a ella.Apestaba a alcohol.
_No.Pero estoy pensando otras cosas.Te aseguro que te encantaría adivinarlas...y de disfrutarlas conmigo.
Merideth estaba empezando a enfadarse.
_Prefiero quedarme con la intriga, ¿sabes?Vete y déjame en paz, Frain.
_¿Qué pasa, que tu amigo el elfo se ha cansado de ti?¿Ya lo has satisfecho?
La chica le dió un empujón y cayó hacia atrás sobre el trasero.Unas cuantas muchachas vieron la escena y rieron entre ellas.
_Me las pagarás, zorra_dijo mientras se levantaba_.No sabes con quién te metes.Ándate con ojo.
Y se fué a grandes zancadas.
La había puesto nerviosa.Ese estúpido siempre tenía que armar barullo con alguien y ese año le había tocado a ella.
No iba a amargarle la fiesta. Se levantó con esfuerzo y anduvo dolorosamente hacia las mesas.
Alli se encontraban muchas de sus amigas. Se sentaron y cotorrearon un buen rato mientras comían y reían.Un grupo de hombres jóvenes se sumaron al grupo y estuvieron haciéndose bromas entre ellos para llamar la atención de las muchachas.
"Hombres..."pensaba Merideth.
Lo estaba pasando bien.
Por fin llegó la hora de la ceremonia.
El gobernador subió al estrado y dió la bienvenida brevemente al público,y un monje con dos cestas a sus pies, una con trigo, otra con frutas y hortalizas, y un jarrón de leche,pronunció las palabras que correspondían a la misma ceremonia.Bendijo estas cosas y rogó mirando hacia las estrellas que ese año fuese próspero y fructífero.
Acabada la ceremonia, el gobernador agradeció la asistencia a todos los presentes y les deseó un feliz año de abundante cosecha.La gente aplaudió y empezaron a retirarse de debajo del estrado volviendo hacia diferentes puntos de la abarrotada plaza.
Merideth pasó cojeando entre el gentío para sentarse en uno de los bancos.La música seguía sonando y ya empezaban a verse algunos hombres alegres por el vino.Miró alrededor buscando a Braon para "vigilarlo".Estaba charlando con uno de sus compañeros del cuartel.No había jarras cerca.
Cerca de allí divisó a Leah tras un macetón florido¿Le engañaban sus ojos o estaba haciendo manitas con Alasmmel?No, sus ojos decían la verdad.La chica se movió un poco y el elfo escolta se dejó ver, diciéndole algo al oído y sacando de su amiga unas risitas nerviosas."Dios mío, Leah, a este paso seré tu dama de honor la semana que viene"pensaba la muchacha riendo por dentro.
Y hablando de elfos... ¿donde se había metido su breve pareja de baile toda la noche?Desde que salieron de debajo de las guirnaldas no lo había vuelto a ver.Y eso que llamaba en mucho la atención...parecía un dios caído del cielo."Se habrá ido,acosado por las doncellas."
Merideth no podía mas.Se había quitado un zapato y ya tenía una herida sangrante, por culpa de ella cojeaba visiblemente.Decidió ir a casa por fin a curarse y ponerse algo más cómodo.
Dolorida, salió de la plaza hacia su calle. Se quitó los torturadores zapatos y caminó descalza,con ellos en la mano,sorteando los charcos que había dejado la lluvia el dia anterior.
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Las Gemas Gemelas
FanfictionA los once años, Merideth fue rescatada por el capitán de la guardia de Carlharat, una ciudad de la Tierra Media, al oeste de las Montañas nubladas. Un puñado de orcos casi la matan a golpes para llevársela,junto a la piedra rota que llevaba colgada...