Incertidumbre de un rey

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Habían tenido otro asedio.

Una vez reparada la puerta de la fortaleza, los orcos habian vuelto tres días después, armados y dispuestos a todo.

Thranduil contaba con algunos vigías dispersos por el bosque los cuales, al divisar el batallón que se les acercaba, informaron rápidamente al rey del número de efectivos que lo componía.Éste envió a su hijo y a un grupo relativamente grande que pudiesen acabar con ellos sin causar muchas bajas y sin tener que ordenar retirada en caso de derrota en el bosque.

Debía actuar con máxima cautela, y resguardar el resto del ejército, para poder tener soldados frescos para la batalla si los orcos aparecían con un ejército más grande y peligroso que los que habían venido hasta ese momento.

Estaba preocupado.

Aquellas inmundas criaturas intentaban por todos los medios acabar con sus defensas.Cada vez eran más y se reproducían entre ellos, multiplicándose y siendo más aún.En la Tierra Media habían muchos más orcos que elfos, y éstos últimos no solían tener mucha descendencia.Tardaban muchos años en alcanzar la madurez y con ello,la edad para poder tener hijos, pero los orcos crecían más rápido, alcanzándolos en número fácilmente.

Y, aunque los elfos fuesen mejores guerreros, ágiles, silenciosos, organizados y decididos, no podrían hacer mucho contra un ejército de las dimensiones que los orcos podrían crear si quisieran.

"Podria ser..."pensaba Thranduil, sentado en su trono con una copa de vino en la mano"No.No debemos usar ese poder, pero...mi pueblo corre peligro de desaparecer si continuamos así."

Con éstos pensamientos, llegó Legolas, subiendo la escalera que separaba el trono del rey del recibidor, donde había dos guardias flanqueando los extremos.

El elfo,con el carcaj a la espalda y el arco al hombro,saludó a su padre con una breve inclinación de cabeza.

_Les hemos salido al paso antes de que llegasen al puente_informó_.No escapó ninguno.

_¿Alguna baja?

_No, por suerte.Llevaban consigo dos huargos y un troll, pero pudimos aniquilarlos sorprendiéndolos entre la vegetación.

Thranduil sopesó ésto.

_Haremos eso de aquí en adelante.No esperaremos a que lleguen tan cerca. Cada día habrá vigías que se turnarán con otros. Ocúpate tú de ello.

Legolas volvió a saludar y dió media vuelta para bajar la escalera.

_Legolas..._lo llamó su padre.

El elfo se volvió hacia él.

_He venido notando en ti cierto... cambio.¿Ocurre algo?

El príncipe no contestó en seguida.

_No sé a qué os referís, padre_ respondió al fin_.

_No eres el mismo que abandonó la fortaleza para ir a la ciudad.Te encuentro a veces ausente, descentrado.

Legolas intentó quitarle importancia.

_Debe ser el cambio de aires, convivir con los hombres...se me pasará.

_Bien.Retírate, hijo.Te veré más tarde.

El elfo bajó la escalera, dejando a Thranduil pensativo.

Sabía que su heredero había estado instruyendo a la hija de Braon, la muchacha de la gema.Así se lo había pedido su padrastro, y él, agradecido por aquellos años de fiel alianza, había aceptado su ayuda enviándole a su hijo, el cual podría enseñarla mejor que nadie mediante el estilo élfico.

Pero había vuelto muy extraño de alli.Era eficaz en su trabajo, como siempre,pero ahora pasaba más tiempo en sus aposentos y, a veces, durante las comidas o el tiempo libre,lo había sorprendido con la mirada perdida, o salía a los jardines solo y se sentaba en cualquier sitio, a veces incluso un par de horas seguidas, en el mismo lugar.

Se parecía a él mismo cuando, hace muchísimos años, conoció a su madre y se enamoró de ella...la misma actitud que tenía cuando ella tuvo que partir varios días por un imprevisto familiar antes de declarársele.

¿Podría ser algo parecido?

No, no le veía ni pies ni cabeza.Sólo había estado en la ciudad, ni siquiera había pasado por Lorien o Rivendell...ni, aunque así hubiese sido,habría tenido tiempo de conocer a una elfa de alto linaje que le llamase la atención.

En la ciudad...

No podía ser...en la vida su hijo se habría interesado por una de las simples mujeres de la Tierra Media. Por mucho que lo pensara sería imposible que...

¿La hijastra de Braon?

Habían pasado mucho tiempo juntos, pero no le cabía en la cabeza que Legolas pudiese llegar a sentir algo por ella, no era...propio de él.

No deseaba verlo triste. Hablaría con él cuando pudiese, aunque dudaba de poder sacarle algo.

Las Gemas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora