Quiero que me hagas una promesa

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Luego de estar un buen rato tumbados, decidieron, muy a su pesar,levantarse y ponerse en marcha.

 _Después de éste...eh...'desayuno',será mejor continuar con lo que estábamos, se nos va el día_dijo Legolas poniéndose de nuevo la chaqueta_.

 Merideth,peleando con el cordón del corsé, lo miró con lascivia.

 _No me importaría mucho perderlo entero...claro, si vuelvo a encontrar otro entretenimiento que me distraiga más.

 El elfo la observó, divertido.Se acercó a ella y se le puso enfrente, quitándole de las manos el cordón que ella intentaba atar.

 _Lady Merideth, creo entender que no habéis quedado muy conforme con lo que este humilde servidor os ha ofrecido.¿Acaso os ha sabido a poco?

 La muchacha subió los brazos y se los puso en los hombros rodeándole el cuello.

 _Desde luego que no.Pero...la cálida compañía de su majestad es mil veces preferible a la del frío acero de un arma.

 Legolas jugueteaba con el cordón.

 _En ese caso..._dió un fuerte tirón y le ató finalmente el corsé_procuraré colocarme a vuestro lado cuando empuñéis una espada.

 Y, bajando los brazos de ella, se dió media vuelta, para ir a por el arco.

 _A los postes_dijo_.

 La chica se quedó desconcertada.

 _Vaya,veo que te lo tomas muy en serio.

 El elfo miró hacia atrás y le sonrió.

 Merideth subió a Ocaso para volver a disparar a los tablones como hizo días atrás. Mejoraba en cuanto a puntería y equilibro, con lo que recibió otra felicitación de su instructor.No volvió a caer, afortunadamente.Legolas la instó a dar una segunda vuelta e intentar volver a lanzar una segunda flecha en los mismos sitios.

 Mientras Merideth galopaba, el elfo la observaba, pensativo.No estaba seguro de estar haciéndolo bien.Ya conocía a Merideth lo suficiente como para averiguar qué haría ella en el posible caso de que un batallón de orcos asediase la ciudad buscándola.No se escondería ni huiría, ahora que básicamente sabía defenderse y atacar.Se arriesgaría, segura de sí misma, y pondría en peligro su vida.Ya no podía echarse atrás y dejarla con su aprendizaje a medio terminar.

 Aunque para ello estaba el plan B de Braon...y ya, sin remedio por razones no planeadas,el suyo propio.

 _Lo conseguí,¿lo has visto?_le dijo ella,alegre,acercándose a caballo.De repente le vio la cara_.¿Qué ocurre?

 _Nada_le dijo simulando satisfacción_.Hoy lo has hecho muy bien, enhorabuena.

 Merideth volvió a sonreír.

 Ella no lo sabía, pero a Legolas podía derrotarlo, quizá no con una espada, pero sí con sólo una sonrisa sincera y su sencillez despreocupada.Podía desarmarlo y vencerlo tan sólo con uno de aquellos suaves besos, y podría matarlo y caer fulminado tan sólo con pronunciar un par de palabras.

 _Ven aquí_le dijo a Merideth_.

 La muchacha bajó del caballo y se puso frente a él.

 _Quiero que me hagas una promesa_le dijo seriamente_.

 _Si está en mi mano...

 _Lo está,por supuesto.

 Merideth le puso derecho el cuello de la chaqueta.

Las Gemas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora