Narra ___:
Dos veces. Eso es lo que alcanza a titilar el punto rojo antes de que desaparezca en la oscuridad primitiva del cortocircuito. Se de un momento a otro, mi última estrella de navidad se apaga, junto con la pantalla, las luces y cualquier rastro de humanidad que pueda haber habido en el centro.
Creo que los cables de mi cerebro también se desconectan cuando la energía del centro se extingue.
-___- la voz de Cristina, aún petrificada a mi izquierda. Ya no es insistente, es más, parece que acabara de ver un fantasma- ___... ¿Qué es lo que está sucediendo?
Salgo de mi trance cuando una ola de aire caliente envuelve mi cuerpo. Giro y doy un salto hacia atrás. Ya no estamos en la penumbra, porque la lava que comenzó a filtrarse por las rendijas del techo no dejan nada sin iluminar. Siento mi piel erizarse con un escalofrío animal. Pronto, las llamas tampoco dejaran nada de nosotras.
-Que llegamos tarde- murmuro, alejándome del lago de lava que comienza a formarse a metros de nosotras. Esto no se ve nada bien.
-O justo a tiempo- replica ella, poniéndose espalda con espalda conmigo, mientras revisa furtivamente la pared musgosa en busca de alguna otra salida.
-¿A tiempo para nuestras muertes?
-Uno nunca llega a tiempo para su muerte. Es ella la que tiene el horario.
-¡¿Te parece momento para andar con filosofías, Cristina?!- le recrimino, nerviosa, y giramos sin separar nuestras espaldas para quedar ella de cara al fuego, y yo de cara al encierro. La espada y la pared, pero la espada es de fuego, y la pared es nuestro verdugo.
-Mucho menos me parece momento para andar con secretos- suelta, y siento como sus palabras me atraviesan el pecho. No retruco, porque lo merezco- ¿Qué, acaso piensas que me iba a olvidar?
-¿Podemos hablar de esto cuando estemos fuera del horno?
-¡Ni siquiera sabemos si saldremos de aquí con...!
Y es cuando lo oímos. Ahí, detrás de nosotras, por el largo túnel que conduce al parque. Donde, minutos atrás, habíamos visto ese último punto acercándose a nuestra posición. Porque a pesar de la lava, el volcán, las búsquedas, el cortocircuito, las mentiras, seguimos estando en la isla Nublar. Y en la isla Nublar, puedes escapar de todo, menos de una cosa: el sonido de un rugido reverberando en la distancia.
Obligo a Cristina a girar, quedando nuevamente de cara a la lava y al túnel, que se pierde entre las sombras de la distancia como si fuera la garganta de una bestia ¿Cuántos metros tendrá ese pasadizo? ¿Cien? ¿Cincuenta? ¿Qué tan lejos estará de nosotras la cosa de cuyas fauces salió ese sonido?
-¿Qué es?
-No.. no puedo verlo.
-¿Es la tiranosaurio?
-¡No lo sé! ¡Busca una salida!- una nueva corriente de lava llueve espesa sobre el charco, y su luz anaranjada es como la luz amarilla de un semáforo. En el momento en que nos deja entrever la figura de la bestia, pareciera como si nos dijera: preparados... listos...
-¡Fuera!- grito, y me abalanzo de espaldas hacia atrás, empujando a Cristina lejos de la línea de ataque.
La criatura emerge de su refugio de penumbra, con las mandíbulas de cocodrilo abiertas de par en par. Cristina se suelta de mi agarre y voltea hacia el animal, dejando escapar un grito al ver lo realmente cerca que está. Atinamos a cubrirnos la cabeza al sentir que viene la estocada, pero el carnívoro emite un chirrido enfurecido, seguido por un potente olor a carne chamuscada.
ESTÁS LEYENDO
Jurassic World (Dinosaurios&Tú)
Fanfiction**descripción con spoilers, vaya a leer el primer libro** ___ Grant está próxima a cumplir 25 años y ve como sus sueños comienzan a hacerse realidad: es finalmente una paleontóloga, reveló la incógnita de su verdadero origen y la vida de sus amigos...