79- Causas perdidas

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Narra ___:

Mientras que el castillo de Lockwood se aleja por mi ventana, un torbellino de preguntas se agolpa en mi cabeza ¿Dónde está Rex? por más de que haya sido el motivo de mi visita, de mi transformación e incluso la razón misma por la que desperté del coma, no me inquieta. Mi hermano no estaba registrado en el parque, Andrea sabe que llegó ahí de manera clandestina y no hay motivo por el que Mills, Lockwood o su maldita computadora pudieran esperar que él esté ahí. Esa no es mi preocupación.

Lo que sí me desconcierta son los dinosaurios de Sorna. Mills pensó unos cuantos momentos antes de responderme sobre la ubicación de los raptores, demasiados para un hecho real, los suficientes para una mentira ¿Por qué diría algo que no es cierto? No hay mejor lugar para poner un puñado de velocirraptores que una santuario aislado. Además ¿Por qué los extraerían de Sorna? que yo sepa, esa isla no va a explotar.

Cada pregunta desencadenaba tres nuevas ¿Y si había mentido sobre el santuario también? No, no lo creo. Lockwood había estado ahí y había afirmado todo lo que Mills dijo. Y yo he decidido confiar en Lockwood. Dicho esto, me quedan pocas opciones: o Mills es lento y mi pregunta lo sorprendió, o los raptores de Sorna murieron, tal vez durante el traslado atacaron a los excursionistas y no les dejaron otra opción. No eran precisamente pacíficos la última vez que los visité, Udeski puede dar fe de ello.

Mamá. La imagen de la mujer de mis sueños regresa a mi mente. La del raptor de Sorna también. Un nudo se me forma en el pecho al pensar que pueden haberla matado. Sacudo la cabeza frenéticamente antes de que los ojos se me llenen de lágrimas. No, no es momento para andar con especulaciones. Rex tiene las horas contadas en esa isla que es una bomba de tiempo. Cuando lo tenga sano y salvo a mi lado, me ocuparé de averiguar qué pasó con los animales de Sorna. De todas maneras, no sé si hay mucho aún que yo pueda hacer por ellos.

Llego a la excavación. Lo que sí puedo hacer ahora es ponerme esa blusa escotada roja que me regaló Billy para mi cumpleaños (durante el cumpleaños que estuve en coma, todos mis amigos me dejaron regalos junto a la camilla) y que bautizó "el arma mortal". También tengo ese labial que no llegué a usar la otra vez y un lindo jean ajustado que es poco funcional para la vida del desierto, pero muy apto para un bar y unas cervezas. Qué mejor que este momento para sacar mis mejores armas, que ahora que tengo que cazar a un entrenador de dinosaurios para llevarlo a la isla. Es casi gracioso, pensé mientras me maquillaba. Es exactamente al revés de lo que intento hacer con Rex.

Le envío un mensaje mientras termino de prepararme. Owen contesta rápido y dice que me llevará a cenar a un lugar que él conoce, que esté lista. Casi no me doy cuenta de que sonrío y que me sube una sensación de inquietud agradable de los pies a la cabeza. Aprieto los labios y se me pasan por la mente su sonrisa debilitadora, sus ojos confiados, la vez que probé sus labios. Algo tiene ese hombre que pone mi mundo de revés.

Me pongo un abrigo y, como quien va a conquistar un continente (o una isla, en este caso) salgo de mi remolque. Son las 8pm y la noche ya cayó en el desierto, dejando a la arena teñida de un color gris pálido bajo la luz de la luna y a los fósiles inmersos en un descanso imperturbable. Claro, todos menos ese Utahraptor que Alan sigue molestando con su pincel, a pesar de que todos ya terminaron su horario de trabajo. Bueno, me alivio de que al menos no esté en una oficina.

Apenas oye la puerta de la casa rodante cerrarse, voltea y me analiza.

-¿A dónde tan elegante?- pregunta- creo que la última vez que te vi maquillada fue en... no, no lo recuerdo.

-Salgo a un bar- doy una vuelta apoyada en el bastón, como luciéndome- ¿Qué opinas, estoy linda?

-Siempre estás linda, ___- sonrío. No habré tenido a mi padre toda la vida, pero desde que nos reencontramos, Alan es todo lo que podría pedir de uno- ¿Con quién sales?

Jurassic World (Dinosaurios&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora