Jurassic World (Dinosaurios&Tú)

45- Los desaparecidos de Jurassic World

Narro yo:

Owen ya no quiso comprobar su pulso. Temía romper el hechizo de la ignorancia y desvanecer la esperanza en la búsqueda de un latido.

Se limitó a tomarla en brazos y correr. Antes le echó una mirada a Blue, que se estaba preparando para correr en la dirección contraria.

De alguna manera, Owen supo que en su lenguaje le había deseado suerte.

Cada paso le hacía temblar su pierna herida, pero no podía detenerse. Al amanecer los barcos se irían, y ____ debía llegar. Tenía que llegar.

Recordó su pasión al enfrentar a Claire en la sala de control, su fortaleza.
Aquel momento en el que ambos habían estado a punto de morir bajo la camioneta cubiertos de aceite y estaban tan cerca que podían sentir su respiración.
La carrera con la moto y ella, en su otra forma, corriendo a su lado.
Su beso, como una declaración, como un sincericidio. Él había estado a punto de morir bajo un pterosaurio, ella aún tenía sangre en las manos cuando sus labios se unieron.
Su sabor era como un desafío, pero también le resultaba familiar. Se sentía en casa con ella.

Su control, su venganza, su poder. Su pelo, sus garras, sus labios, su historia. Nunca había conocido a una mujer así.

Y ahora su vida se le escurría de entre sus brazos.

Narro yo:

Andrea caminaba nerviosamente por el departamento. Podía oír los sollozos de Cristina provenientes de la habitación. Billy estaba con ella, hace horas.

Algo andaba mal, estaba segura. Rex desaparecido, ____ inlocalizable, y ella sin respuestas. Ella, que siempre tenía un contacto más, una base de datos, un secreto.

Pero esta vez, sólo tenía dudas. La licencia de maternidad de ISP era como una bolsa de plástico en la cabeza: de la nada no oía, no olía y sólo veía imagenes distorsionadas.

Se detuvo y se sostuvo de la pared, bajando la cabeza: la bolsa de ignorancia comenzaba a ahogarla.

Entonces se le ocurrió su segunda peor idea del día: encender la tele. Había quedado detenida el día anterior cln la noticia de su compañero, y mientras el color volvía al aparato, el canal de las noticias sintonizó la imagen de una pesadilla.

Andrea se inclinó y respiró profundo: el titular parpadeaba en rojo sangre y la conductora hablaba:

"Desastre en Jurassic World: uno de los dinosaurios escapó y causó tragedias"

Subió el volumen

"...se desconoce exactamente la cantidad de muertos pero los heridos fueron miles. Recién hace pocos minutos, se comenzó la evacuación de los casos más graves"

Se habló de especulaciones de corrupción, de debates éticos y de seguridad, pero nada de esto alertó a Andrea hasta que se habló de híbridos.

De monstruos. De criaturas del pasado llevadas al futuro. De perfeccionamiento genético.

Y Andrea dejó caer el control remoto y tomó su celular, en camino a ejecutar su peor idea del día.

El contestador la mandó a la secretaria, y la secretaria a recordar el código secreto. Y el código secreto a pelearse con sus compañeros, jefes y superiores para conseguir la información que deseaba.

Tardó más o menos quince minutos en obtener la autorización de preguntar sobre Jurassic World.

-Necesito saber si el agente Roberto Hoskins estuvo en una misión relacionada con el parque- preguntó, recordando que ese apellido tenía trascendencia en el mundo jurásico.

Del otro lado del teléfono teclearon y luego respondieron:

-Hay un Hoskins fallecido en la base de datos- a Andrea se le aceleró el pulso- pero su nombre no es Roberto. Tenía alrededor de 60 años.

Andrea suspiró, pero al instante sus nervios se volvieron a disparar. Hoskins estaba muerto. Había 50.000 personas en el parque. Y justo Hoskins, el Hoskins que había mandado al muere a la madre de Rex, había muerto.

-¿Cómo falleció?

Tecleo.

-Su cadáver presentó una mordida en la zona del abdomen, correspondiente a un carnívoro de dos metros, como el deinonichus, o el velociraptor...

<Qué diablos hiciste, Rex?>

-Pero- continuó Andrea- ¿Por qué un dinosaurio lo mataría pero no lo comería luego?

-No sabemos, Agente Saur. La información es muy difusa. La lista de fallecidos es difícil de obtener, nadie quiere adentrarse a buscar los cadáveres. Así que los obtenemos de testigos.

-¿Testigos? ¿Le estan preguntando a la gente a quién vieron morir?- inquirió Andrea.

-¿Qué opción tenemos?

Ella sospesó la respuesta y pensó en las familias devastadas, los padres, madres, hermanos, hijos de los desaparecidos en Jurassic Word....

Y entonces el corazón le dio un vuelco.
Pasaron 30 segundos en los que la mujer del otro lado de la línea estuvo por colgar, hasta que Andrea con voz, temblorosa, ejecutó su error:

-¿Tienen registrado a algun visitante con el apellido Hammond?

-¿Tanta información necesita, Saur? ¿Quién es el tal Hammond?

-Mi prima- la agente fuerte hablaba casi suplicando.

Su compañera tecleó rápidamente, aunque para Andrea fueron siglos.

-Sí, una mujer de veinticinco años, ingresó al parque ayer, antes de la tragedia y...

-y qué?- gritó Andrea, alertando a Billy y a Cristina en la otra habitación.

Silencio. Un silencio de muerte.

-Señora- ya no era agente, era señora. La mujer le hablaba con voz pausada- siéntese por favor...

Estuve todo el día esperando para escribir este capítulo, DIOOOOOS odio la tarea. Ya termina chicos, juro que ya termina y pasamos a Jurassic World 2, y prepárense otro tecito de tilo ¿Otro? Sí, otro, porque las cosas se están por poner feas.

-C