88- La antesala del caos

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Narra ___:

La bruma de mis sueños se esfuman en unos colmillos afilados, emergiendo de la oscuridad. Creo que llegué a extender mi mano. Creo que llegué a tocarlo.

Creo que su piel estaba mortalmente fría, inerte. Inhumana.

Abro los ojos de repente, sobresaltada por el sonido del barco anunciando que llegó a puerto. Estoy sentada en el compartimento de Blue, y siento el calor de alguien a mi lado. Giro despacio y recuerdo que es Owen, y ahora siento el mismo calor concentrado en mi rostro. Tengo mi mano en su pecho. Dios.

La retiro con cuidado de no despertarlo y cuando ya no hay pruebas incriminatorias de que mi inconsciente me traiciona cada vez que puede, le hablo.

-Llegamos- abre los ojos rápido, debe tener el sueño ligero. Marine, después de todo.

-¿Ya?- oigo a pocos metros. De espaldas a nosotros, Cristina continua sentada.

-¿Estabas despierta?

-No pude dormir.

-Y le agradezco, porque Blue sí que me dio batalla cuando tocó cambiar el vendaje- comenta Billy, emergiendo de detrás de la mesa de operaciones. Ahora, entre la venda que se ató a la frente para sostener su cabello lejos de su rostro, y el ojo morado producto del encuentro cercano con la tiranosaurio, parece en toda regla un científico loco.

Tres golpes repentinos suenan en la madera del compartimento, y rápidamente nos amontonamos contra el costado de la ventana. Siento mi sangre bullir de odio apenas oigo su voz. Wheatley

-¿Tiene pulso?- pregunta a Billy, que ahora está solísimo, como debe de haber estado en sus cabezas militares durante todo el viaje.

-Claro ¿Y usted?- sonríe ampliamente. Tal vez sospecharían de no ser por la rareza que de por sí caracteriza a mi querido paleoveterinatio.

-Quiero muestras de sangre.

-Oh, yo quiero tantas cosas en esta vida. Un yate, un sueldo digno...

-¿Qué fue lo que te pasó en la cabeza?

Demasiadas preguntas. Comienzo a considerar sacar las garras si este imbécil sigue jugando al interrogatorio.

-¿Crees que esta cosa se tomó muy a la ligera que se sacara una bala de las entrañas? Ya tuve suficiente. Si quieren una muestra de sangre, sáquenla ustedes. 

Wheatley bufa y cierra la pequeña ventana. Todos volvemos a respirar, y nos descomprimimos de la pared.

-¿Ahora qué?- pregunta Billy.

-Tenemos que encontrar alguna manera de llegar a la mansión sin ser vistos. Permanecer aquí ya no es una opción- afirmo, y Owen asiente. 

-Tal vez podemos escondernos en la caja de alguno de los camiones...

-No, no. Seguramente estarán vigilados- acota Cristina, y no me gusta a donde va esto.

-Cris, escúchame. Las cosas están por ponerse feas. Nosotros iremos a la mansión De Lockwood, y te aseguro que encontraré a Rex. Pero tú necesitas volver a tu casa y alertar a los medios, o a Malcolm, alguien que pueda...

-No.

Su respuesta es tan tajante que casi puedo sentir como me corta la piel. Tal vez no pensé tan bien en la poca gracia que le haría a mi amiga que la excluya del rescate de su propio marido.

-Necesitamos a alguien fuera.

-Para eso está Andrea.

-Te necesito a salvo...

Jurassic World (Dinosaurios&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora