73- La pista

208 25 20
                                    

Narro yo:

- Creo...- titubeó Hyding, como si aún tuviera algún tipo de opción de quedarse callado. Su conciencia ya le había dictado irremediablemente que debía hablar- creo que eso es lo que intentan hacer con tu hermano.

La mujer que tenía en frente pareció retroceder ante la noticia, como si la hubiera golpeado. Abrió mucho los ojos, que enmarcados por unas grises ojeras, le daban un aspecto fantasmal.

-¿Cómo sabes eso?- inquirió.

-No lo sé, no lo sé- el científico se acomodó los lentes, tembloroso- bueno, algo sé. Estos militares que tenían la idea de usar la investigación para hacer armas...

-Negní- nombró ella.

-Ya no se hacen llamar así.

-¿Y como se llaman?

-No se llaman, los pocos involucrados que sabían de su existencia creen que existen más- contestó, como atolondrado por sacarse la información de encima- pero siguen activos. Lo sé porque un tipo de aspecto amenazante intentó que volviera a trabajar con ellos hace unos años, su apellido era Hoskins.

___ pareció recobrar su vitalidad en un arranque de odio.

-El militar, el que estuvo con Dina- dijo ella.

-No- replicó Hyding- era un hombre joven, rubio, de muy mal humor.

La joven se llevó las manos al rostro.

-Ese era mi hermano- murmuró.

-¿Tu hermano trabajó con estos tipos?- preguntó Hyding, confundido. No había relacionado a aquel militar de rostro severo con el joven de la foto que la hija de Dina Saur le había mostrado. En su defensa, la foto estaba sacada a contra luz y la sombra le impedía identificar bien los rasgos. Pensó unos momentos y recompuso ambos rostros. Sí, sin duda era el mismo hombre, ahora que lo pensaba. Había algo radicalmente distinto en su expresión, pero seguía siendo él.

-Por un tiempo- respondió ___- luego nos conocimos. Su padre, el militar, lo metió en todo eso. Le hizo cosas terribles para que colaborara.

Edward Hyding sintió una presión en el pecho. Un padre y un hijo que trabajaban juntos. Un padre que salía impune. Un hijo que no tuvo tanta suerte.

-Si ese hombre era parte de ellos y los traicionó, ten por seguro que no lo habrán dejado irse tan fácilmente- comentó, con tristeza- menos con la posición que parecía ostentar.

___ calibró las palabras del científico y balanceó el bastón. Después de semanas en la oscuridad, finalmente y casi por casualidad, tenía un hilo del que tirar para encontrar a su hermano. Volvió hacia Hyding, parecía sincero, pero no estaba segura de confiar en él. Lo cierto es que lo había amenazado con un pseudo-cuchillo para que aceptara colaborar con ella y aún podía ver la marca que había dejado en su cuello ¿por qué la ayudaría así, sin más? Volvió hacia la caja con jeringas que tenía entre manos ¿Cómo sabía que ese líquido era lo que decía ser? ¿No sería más fácil para el hombre darle algún desinfectante de baños para que se inyectara y así terminar con todos sus dolores de cabeza?

-¿Por qué me estas ayudando?- increpó, sin más dilaciones- podrías volver a tu vida tranquilamente y no hay mucho que yo pudiera hacer para evitarlo.

-Podrías matarme.

-¿De qué me sirves muerto?- respondió ella- pensé que los científicos de John eran más inteligentes. En serio, ¿Por qué me ayudas?

Hyding, como ya era costumbre, se revolvió nervioso. No le pesaba ya ningún secreto, pero sí exponerse, exponer esa culpa que sentía en su interior y lo corroía cada día.

Jurassic World (Dinosaurios&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora