Día de las Rosas.
A Rukia le encantaba dormir, era lo mejor del día, y era lo que más deseaba ya que pasaba casi todos los días con la reina. Aprender todo lo que le estaba enseñando era agotador y ese día no quería levantarse, quería seguir durmiendo. Aún era pleno invierno y, aunque no hacía tanto frío como en Maranni, la brisa del mar era lo bastante fría como para que quisiera quedarse en la cama todo el día.
La doncella que la atendía todos los días entró a la habitación cargando entre las manos un vestido nuevo que la modista le había enviado a Rukia. Era demasiado temprano para todos y Rukia todavía estaba envuelta en las cobijas cuando la criada se paró junto a su cama y le mostró el vestido. Rukia tenía los ojos ligeramente abiertos y pudo contemplar el vestido que era bonito, como todo lo nuevo, y estaba segura de que era de su talla porque había pasado horas con la modista que tomó medidas de todas las partes de su cuerpo.
— ¿Qué hora es? — Preguntó Rukia sin levantarse de la cama. Las cortinas de una de las ventanas se balanceaban con la fresca brisa del mar.
— Es hora de levantarse, señorita. El desayuno con el príncipe se servirá pronto y después tienes una agenda que cumplir. — Dijo la doncella haciendo que Rukia se negara aún más a levantarse de la cama.
— Hoy no tengo ninguna agenda que cumplir, solo pasaré el día con el príncipe Ichigo. — Se quejó sin muchos deseos de salir de la cama.
Desde que se había regresado y la reina había empezado a instruirla para ser la Princesa del Pueblo, Rukia tenía muchas cosas que hacer, y eran cosas que realmente no importaban cómo llamarlo "agenda". Su "agenda" consistía en pasar tiempo con la reina, visitar a Orihime, visitar a su padre y, ese día estaría junto a Ichigo en aquella situación tan misteriosa que él no le había dicho; entonces, que la doncella dijera que tenía una agenda que cumplir, era ridículo.
— Señorita, ¿no sabe qué día es hoy? — Preguntó la doncella al dejar el vestido sobre una silla que había en la habitación.
— Es el día en que no me levante de la cama porque necesito dormir. — Dijo cubriéndose con las sábanas, pretendiendo que el mundo no existía. Seguramente Ichigo entendería si ella llegaba ligeramente tarde al desayuno.
La doncella suspiró y jaló las sábanas para que Rukia no siguiera evadiendo sus responsabilidades del día. Rukia se quejó pero se sentó en la cama a regañadientes, despeinada y con una expresión de derrota total.
— Lo siento señorita, pero hoy es el Día de las Rosas y, como acompañante del príncipe, debe estar con él haciendo las actividades programadas del día.
Rukia se quedó en silencio y poco a poco la mueca de derrota se convirtió en una expresión de total sorpresa. ¿Cómo podía ella saber qué era ese día si apenas podía recordar qué día estaba viviendo? Además, se suponía que la Inamorata del príncipe iba con él, porque era el día de los "amantes" y ella, aunque era su prometida, aun no hacían realmente nada "oficial" porque había un protocolo público que seguir.
— ¿Señorita Kuchiki? — La doncella la miraba un poco confundida.
Rukia quería gritar, ni siquiera había pensado que tendría una cita con Ichigo en ese día y no tenía ropa preparada, así que si la doncella no le mostraba el vestido de nuevo, en verdad habría gritado de pánico.
— Por favor, dime que los baños están disponibles y me puedo bañar. — Suplicó tomando a la doncella de los hombros.
— Sí señorita, puede usarlos. Lo han preparado temprano, en días como estos la reina ordena que los baños estén preparados desde temprano. — Rukia quería besar a la doncella. Inmediatamente tomó sus cosas y, así en ropa de dormir, se dirigió a los baños en compañía de la doncella para iniciar su rutina del día.
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El Ruiseñor || IchiRuki FF
FanfictionIchigo regresa al reino después de completar su educación en el reino de su madre, se supone que él es el heredero, se supone que todo está bien y se supone que nada va a cambiar. Se supone. Ichigo ha aprendido, de una manera cruel, que su padre no...