10 noviembre - x492

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La familia de la Favorita de la Reina fueron los últimos invitados en abandonar el castillo. Con la excepción de los invitados de Jetaiya que no abandonarían el castillo hasta que Hisana y su hijo se instalaran en la Casa Kuchiki, todos los demás invitados se habían ido días antes.

Incluso su padre había dejado el castillo un par de días después de la resolución del "caso Kuchiki", como lo había llamado el concejal Ukitake.

La familia de Senna se había tomado más libertades que los demás invitados al pasar demasiado tiempo dentro del castillo; sin embargo, lo que sorprendió a Rukia no fue el tiempo que ellos pasaron como invitados, sino el hecho de que la reina se lo permitió e incluso fue amable con Senna.

Eso le pareció realmente surrealista a Rukia; incluso la reina había mencionado una vez, entre conversaciones con la madre de Senna, que hubiera sido maravilloso que Senna hubiera quedado embarazada del rey. Rukia no entendía el juego de apariencias que estaba jugando la reina, pero el hecho de que la reina le hubiera pedido explícitamente a ella que estuviera presente todo este tiempo solo podía significar una cosa: la reina estaba tratando de enseñarle algo.

Así que Rukia estaba atenta a todo lo que sucedía a su alrededor, tanto a los gestos como a las palabras que expresaba la reina, y el efecto de estas palabras en otras personas. Todo lo que hacía la reina, Rukia tenía que aprenderlo.

— Que las Deidades los cuiden en el camino. — Dijo la reina a la familia de Senna como despedida esa mañana.

Nelliel también salió a despedirse de Senna, las dos se habían hecho "amigas" en los últimos meses, y era de suponer que ella también saldría a despedirla. Rukia estaba en silencio, observando y aprendiendo de la reina, de vez en cuando decía algunas palabras amables para mantener las apariencias, pero nada relevante; su relación con Senna siempre fue hostil, y en ese momento su relación con Nelliel era una mezcla de indiferencia y cortesía.

Después de que la familia de Senna entró en los carruajes y comenzaron a avanzar por el camino blanco hacia las puertas de los terrenos del castillo, Nelliel se disculpó con la reina y regresó al interior del castillo.

Rukia estaba de pie junto a la reina, sabía que no podía moverse de allí sin la reina, y simplemente comenzó a mirar a la nada.

— ¿Qué aprendiste estos días mientras pasábamos tiempo con la familia de Senna? — Preguntó la reina haciendo que Rukia saliera de su ensimismamiento.

— Que no importa cuán desagradable sea alguien para mí o cuán grave haya sido la ofensa en mi contra, debo mantener la calma y mostrar una expresión tranquila y amable porque soy parte de la familia real. — dijo Rukia casi automáticamente.

— No. — La voz de la reina era tranquila y Rukia inmediatamente volteó a mirarla; ella estaba confundida por esa respuesta. — Debes actuar con la mayor calma posible para que nadie sospeche de ti cuando actúes contra quienes te ofenden. Senna y el rey me han ofendido, pero si me enfrento a Senna y al rey, yo quedaría mal como reina y como mujer. El rey ya ha reparado su ofensa y, a través de la Sombra, el futuro esposo de Senna será el nuevo señor de Neikel antes de que termine este mes.

Rukia entendió de inmediato lo que quería decir la reina y un escalofrío le recorrió la espalda. No quería preguntar, ni quería decir nada, y solo asintió a lo que dijo la reina como señal de que había entendido esas palabras.

La reina le estaba enseñando cómo planear una venganza.

Al regresar a su habitación, se encontró con carta que estaba esperando por ella en su mesa.

Querida Rukia...

Parece que ha pasado un siglo desde la última vez que nos vimos y tengo tantas cosas que decirte que no sé por dónde empezar. Quizá sea mejor empezar con lo que pasó después de que Ulquiorra y yo nos fuéramos de Adelaar.

Ulquiorra estaba triste, se sentía un poco molesto por todo lo que había sucedido y un poco culpable por dejar sola a Nelliel, pero incluso él entendió que golpear al príncipe heredero no estaba bien. Solo sé que tuvo mucha suerte de que no lo mataran, porque no sé qué hubiera sido de mí sin él.

Viajamos durante algunos días, nos acercábamos a la frontera norte cuando unos bandidos nos atacaron. Los soldados que envió el príncipe Ichigo para servirnos de escolta y cuidarnos en el camino fueron los que se encargaron de deshacerse de ellos. Ulquiorra no salió a pelear, estaba débil por los días de encierro y las heridas que aún no cicatrizaban, así que se quedó protegiéndome dentro del carruaje.

Los soldados del Príncipe Ichigo reconocieron a uno de esos hombres y nos dijeron que era uno de los más cercanos al Príncipe Kaien. Ulquiorra no estaba sorprendido, pero yo estaba asustada. Si no fuera por los soldados del príncipe, no sé qué nos habría pasado o qué le habrían hecho a Ulquiorra.

Agradécele al Príncipe Ichigo por mí, por no dejarnos solos.

Cambiamos de un carruaje a otro y el resto del camino transcurrió sin contratiempos. El viaje fue agotador, no pensé que duraría tantos días, incluso me enfermé en el camino, así que cuando llegamos a la ciudad de Vermist, nos acomodamos en una posada y descansamos un par de días.

Ulquiorra fue al palacio a ver al tío del Príncipe Ichigo y yo me quedé en la posada. No sé de qué hablaron, pero Ulquiorra dijo que se iba a unir al ejército en la capital. Él es un soldado, estar en el ejército es lo único que sabe hacer.

Todavía teníamos algo del dinero de la "venta" de la Casa de los Inamorata que nos regaló el Príncipe Ichigo, así que después de unos días de descanso, comenzamos a buscar una pequeña casa para vivir. Conseguimos una pequeña en las afueras de la ciudad, no es muy grande pero está bien para vivir.

Ulquiorra no es feliz, aunque no lo demuestra, sé que no es feliz.

Siempre trato de ser optimista, pero verlo así me llena el corazón de tristeza. Sé lo que piensa, me lo ha dicho muchas veces, y a veces tengo miedo de oírle decir esas horribles palabras y que mi hermano aparezca en la puerta para devolverme a Eikaran.

Rezo todos los días a las Deidades para que ese futuro no suceda, y trato de que Ulquiorra no se arrepienta de nada. El futuro es incierto pero estoy con él, sé que podemos salir adelante juntos aunque por ahora es un poco difícil.

Vendí algunos de mis vestidos, solo me quedé con un par que me trae recuerdos y compré ropa más sencilla. No sé cocinar, mi comida todavía se quema o tiene demasiada sal, pero Ulquiorra se la come y me dice que lo haré mejor la próxima vez. Creo que lo más difícil es acostumbrarme a hacer las cosas yo sola y no depender de sirvientes para hacer todo.

Los vecinos son buenas personas, una señora y su gato a veces me visitan mientras Ulquiorra está en el servicio militar. Ella es muy amable y se ofreció a enseñarme a cocinar, así que espero mejorar pronto.

La vida fuera del castillo y sin lujos es difícil, pero sé que todo mejorará.

Te extraño y extraño las tardes paseando o comprando cosas en las tiendas. Espero verte pronto.

Con amor, Orihime.

PD: Ulquiorra dice que extraña a Nelliel, pero por el momento no quiere que ella sepa dónde estamos, o Kaien podría intentar matarlo nuevamente.

El Ruiseñor || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora