29 septiembre - x492

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Había pasado casi un mes desde que el rey había hecho de Senna la "favorita de la reina", y la reina no estaba feliz a pesar de que lo parecía.

Ese título solo se le daba a la futura esposa del Segundo Príncipe ya la amante del rey cuando la reina no podía dar un heredero. Ser la "favorita de la reina" significaba que la chica estaría bajo el cuidado y la protección de la reina.

Nelliel sabía por qué el rey le había asignado ese título a Senna, y la respuesta era simple. La reina no toleraba a las amantes del rey, y el rey no iba a arriesgarse a que la reina matara a la hija de uno de los 13 Grandes Señores del reino.

— No importa si el Señor de Neikel está bajo investigación o no, matar a su hija sería un gran problema para la reina. — le había dicho Kaien a Nelliel, cuando le contaba lo que había pasado en esa oficina. — A la reina no le gustará, pero entenderá que el rey lo hace por su bien.

Nelliel se había reído junto con Kaien esa vez, porque en cierto modo, Kaien tenía razón. Si la reina mataba a Senna, ella estaría en problemas; incluso si la chica moría por "accidente", quien sería señalada como la culpable sería la reina, y eso no era bueno para la familia real.

La reina Masaki se había creado una fama muy cruel y ahora debía vivir con ello.

En los almuerzos familiares donde el rey y la reina estaban juntos, Nelliel podía sentir el deseo sádico de la reina de querer matar al rey; era más que nada, una batalla de voluntades entre rey y reina. Cada uno sentado a la cabecera de la mesa, uno frente al otro, mirándose y diciéndose todo con la mirada.

Esa confrontación solía terminar cuando se servía la comida y alguien tenía el valor de hablar.

Nelliel disfrutaba de esos momentos en los que podía sentir la tensión en el aire entre los reyes.

El rey tenía la gracia de no llevar a su amante a estos almuerzos, aunque en el castillo se rumoreaba que el rey solo se había acostado con Senna una vez y no la había visitado nuevamente. El deseo por la chica se le había pasado rápidamente al rey, pues también se rumoreaba en el castillo que el rey había ido a visitar a la reina en su habitación varias veces; aunque normalmente no tardaba mucho tiempo dentro de la habitación.

Nadie sabía lo que realmente estaba pasando por la mente del rey, pero fuera lo que fuera que el rey estaba haciendo con Senna, ya no era asunto de Nelliel; ella solo había movido ligeramente los hilos de esa red que se tejía en el castillo para crear el caos.

Nelliel quería tensar todos los hilos de esa red de tal manera que al final, cuando todos se enredaran en esa telaraña, solo ella y Kaien pudieran ser los que tuvieran el poder absoluto. Ella se desharía de todos uno por uno, al final solo quedaría el rey y cuando el rey muriera, no habría nadie que se opusiera a Kaien y su reinado.

Nelliel quería ser reina y haría lo que tuviera que hacer para conseguirlo.

Ella y Kaien estaban en un matrimonio de conveniencia y ambos lo sabían, pero era un buen matrimonio; nadie los había obligado, y se lo pasaban bien juntos. Durante el tiempo que ella había estado en recuperación, él había sido paciente y comprensivo, porque ambos querían lo mismo, tener un heredero que asegurara la posición de Kaien como heredero de la corona.

Kaien solía regalarle flores, las que crecían en el jardín privado de la reina, y solían almorzar juntas varias veces a la semana; dormían en la misma cama, a veces en la habitación de él, a veces en la habitación de ella, pero no dormían juntos todas las noches. Kaien siempre estaba ocupado, el rey le delegaba cada vez más responsabilidades como heredero y eso le dejaba poco tiempo libre para estar juntos.

El Ruiseñor || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora