Capítulo 14

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"Ahora tenemos problemas y no creo que podamos solucionarlos

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"Ahora tenemos problemas y no creo que podamos solucionarlos." 

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Volker.

—La reunión será por la mañana —la voz de Saskia se escucha—. Sé que no me lo has preguntado y que no te importará lo que tenga por decir pero creo que no debes ir, Volky.

Ruedo los ojos mientras me pongo de pie y dejo el libro en mis manos en el estante de mi oficina.

—¿Se sabe algo sobre el ataque en el club? —pregunto ignorando sus palabras y recordando que un par de horas atrás atacaron mi club en Turquía sin razón aparente.

—La mafia turca —responde la rubia.

—¿Por qué? —pregunto.

Sé que no somos socios ni aliados así como sé también que los turcos deben saber ya que estoy en Turquía puesto que he aceptado de último momento tener una reunión con ellos.

—La mano derecha del líder estaba en el club —comienza Saskia—. Creemos que tuvo problemas con algún otro hombre y se encontraron.

—¿Arreglaron ya todo? —pregunto yendo por un vaso con whisky al bar de mi oficina.

—Sí, Don —responde—. Los chicos ya se encargaron, todo está como si nada.

Le doy un trago al vaso en mi mano.

—La bailarina —la miro—. ¿Qué hay de ella?

Saskia traga saliva pero aún así responde mi pregunta.

—No hay rastro alguno de la bailarina de fuego, Volker —responde finalmente. Mi cabeza muestra de nuevo aquellos malditos ojos verdes en mi subconsciente y tampoco puedo dejar de recordar el maldito tatuaje de serpiente entre las tetas de la gitana.

Mi cabeza grita su nombre pero sabemos que es imposible.

—¿Querías ofrecerle un contrato? —pregunta la rubia sacándome de mis pensamientos—. Logró atrapar al público.

No respondo y le doy un trago más a mi vaso en mano.

—¿O querías algo más? —pregunta haciendo que lleve mi mirada a ella.

—Tal vez cogérmela —respondo sin más. Veo como traga saliva y su cuerpo se tensa. Maldita ilusa.

Carraspea.

—Si necesitas algo más, llámame —habla caminando hacia la puerta pero antes de que pueda salir abro la boca.

—Dámelo —ordeno.

Gira a mirarme, extiendo mi mano y sus ojos van hasta esta, traga saliva y se acerca de manera lenta mientras saca el artefacto de su bolsillo y lo deja en la palma de mi mano.

PRÓFUGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora