Capítulo 30

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"Pero si buscas a alguien estable, esa nunca seré yo

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"Pero si buscas a alguien estable, esa nunca seré yo. Si buscas a alguien fiel, esa nunca seré yo. Si buscas a una persona que sea todo lo que necesitas, esa nunca seré yo por más que lo intente."

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Olivia Gil.

Saco dos cervezas de la nevera y camino hasta la sala de estar, extiendo una en mi mano dándosela a Steven quien de inmediato la acepta.

—Gracias —agradece mientras destapa esta para llevarla a su boca.

Tomo asiento en el sofá frente a él, lo miro a detalle, su cabello está completamente revuelto, tal como si hubiese pasado su mano en este un centenar de veces. Luce tan guapo con la ropa que trae encima aunque el rostro que se carga le hace saber a todos que no está de humor.

—Lamento que te haya dejado plantado —suelto. Sé que mis palabras son completas mentiras, no lamento para nada que Dakota Kingston no haya ido con él, al contrario, me alegra que lo haya dejado plantado, porque conozco a Steven y sé que con este tipo de decepciones la agente va a bajar del pedestal en donde la ha puesto.

No tengo nada en contra de Dakota, no la conozco y no la he tratado, pero, no negaré que una parte de mí se muere de celos.

Amo a Steven, me gusta mucho y odio completamente que la atención que me había ganado de su parte se haya desvanecido en cuanto ella llegó.

Cuando finalmente él comenzaba a notarme y prestarme su completa atención la muerta revivió y todo se fue a la basura.

—Míralo de esta manera —hablo de nuevo—, tal vez tenía otras cosas que hacer, Stev —no me mira, solo bebe su cerveza mirando hacia el balcón de mi departamento—. Cosas más importantes.

Steven aprieta su quijada, noto como su cuerpo se tensa y eso es una pequeña chispa de satisfacción para mí.

—Tú no mereces ser la opción de nadie, Stev —prosigo—, y si Dakota no te contempló antes para salir contigo, ¿por qué crees que lo haría ahora?

—¿Eres mi amiga o enemiga? —pregunta.

Soy yo quien trago saliva, por supuesto que no soy su enemiga pero tampoco quiero ser su amiga, quiero ser su todo así como lo es él para mí.

—Soy tu amiga —respondo en un susurro que me encargo de camuflar para que no note lo mucho que me duele decir esas palabras.

Acepté esto, ser su amiga, porque es mejor ser su amiga y poder estar en su vida a no ser nada y tener que mirarlo desde lejos.

—Y como amiga solo te estoy diciendo lo que tú no ves porque estás tan enamorado que no notas lo que el resto notamos.

Se pone de pie molesto y camina directamente hasta el balcón en donde se dedica a mirar la playa. Suelto un suspiro pesado y me pongo de pie yendo con él también.

PRÓFUGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora