"Puedes volver a empezar, puedes correr libremente, puedes encontrar otros peces en el mar, puedes pretender que estaba destinado a ser así, pero no puedes mantenerte lejos de mí."
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Dakota.
Siento como mis pies retroceden tenuemente mientras Volker se adentra a la sala, detrás de él entran Yerik y Saskia. Mis ojos van hasta el hombre de cabellos rubios quien me mira también.
No recuerdo cuándo fue la última vez que vi al ruso, pero a pesar de todo puedo notar como da una sonrisa a boca cerrada en mi dirección.
Alejo la vista de él y miro a Volker quien me mira de la misma manera. No le bajo la mirada, sus ojos oscuros coinciden con los míos.
—No voy a ser uno más de tus peones —mi boca se abre y las palabras salen mientras miro al alemán y repito las palabras que antes le había dicho a Kumar.
No dice nada, solo me mira y hago lo mismo, lo veo de la misma manera sin dejar que crea que estoy jugando o que tiene algún poder sobre mí porque no lo hay. No soy uno de sus peones, uno de sus títeres o uno de sus hombres.
Deja de mirarme de manera lenta y lleva la mirada hasta Kumar quien sigue encabezando la mesa donde estábamos antes.
—Lo siento, Don —responde el hombre—. Descubrió todo.
—¿La OMFE sabe que hace tratos con uno de los prófugos más buscados? —pregunto mirando al mayor de ejército de Dubái.
El hombre me mira de la misma manera mientras se pone de pie.
—¿La OMPC sabe que tiene bajo su poder cinco yates creados por uno de los prófugos más buscados? —pregunta Kumar y con una ceja elevada.
—Sí y también saben que me lo cogí —respondo, aunque parte de mi respuesta es una mentira, no sé si la OMPC sabe que poseo cinco yates que fueron creados, diseñados y regalados por Volker.
Kumar se queda callado, justo lo que quería.
Sin soltar mis cosas intento salir de la habitación pero la voz de Volker se escucha.
—¿A dónde crees que vas? —pregunta detrás de mí cuando paso por su lado para irme de aquí—. No irás a ningún lado.
Veo como la puerta es bloqueada por algunos de los hombres de seguridad de Volker. Puedo ver a Sánchez, Cox y Reyes ahí, junto a algunos hombres más.
—No tengo nada más que hacer aquí —respondo girando y mirándolo—. Me largo.
—El yate está en movimiento —Yerik habla ahora haciendo que lo mire—. Estamos lejos del muelle y no regresaremos hasta que todo sea arreglado.
Miro a Kumar.
—Dijiste que el yate estaba de regreso en el muelle —suelto. Mi voz denota molestia inmediata.
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PRÓFUGO
Random"Sigo siendo el villano que te hace pecar y desear más." El tiempo no es capaz de borrar el sentimiento que algún día existió pero sí es capaz de cambiar a las personas y convertirlas en aquello que algún día se negaron a ser. El demonio hizo una p...