"Sigo siendo el villano que te hace pecar y desear más."
El tiempo no es capaz de borrar el sentimiento que algún día existió pero sí es capaz de cambiar a las personas y convertirlas en aquello que algún día se negaron a ser.
El demonio hizo una p...
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"Tu lenguaje corporal me habla."
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Evelyn Adams.
—¿Has visto a Dakota? —pregunto mientras me acerco a Adele quien deja de hablar con sus amigas para mirarme.
La pelinegra mira a nuestro alrededor.
—No —responde.
Hemos regresado de bailar y hemos regresado a la mesa, misma en donde Dakota se había quedado pero ahora no hay rastro de ella.
Me acerco a Davis quien habla con Olivia.
—Davis —llamo la atención del hombre de piel canela quien me mira de inmediato haciendo que la pelirroja a su lado me mire también—. ¿Has visto a Dakota?
El detective de inmediato se pone de pie mirando a nuestro alrededor.
—Dijo que iría por un trago —responde mirándome. Mira el reloj en su muñeca—. Pero ya ha pasado bastante tiempo.
—Tal vez está bailando —habla Ella mientras se abanica con su mano y lleva la mirada hasta la pista de baile.
Hago lo mismo llevando la mirada hasta la gente en la pista, repaso con la mirada el sitio entero y solo miro cada mínimo espacio aquí pero entre toda la multitud de gente no hay ni una pista de Dakota.
Mis ojos van hasta Rey y Thunder quienes llegan riendo.
—¿Han visto a Dakota? —pregunto acercándome a ellos quienes de inmediato detienen sus carcajadas centrando su atención en mí.
Ambos se miran el uno con el otro para después llevar sus pasos hasta la baranda y mirar todo el club.
—La última vez que la vi estaba ahí —Thunder señala una de las barras—. Estaba bebiendo, después regresé a la pista y dijo que estaría ahí.
En ese punto que señala ya no hay nadie.
Noto la preocupación en ambos de inmediato mientras comienzan a mirar todo el sitio de nuevo.
—No debe de estar muy lejos —suelta el mexicano. Lleva su mirada hasta el rubio a su lado—. Búscala por ese lado y yo por este.
Rey señala una de las partes del club para después señalar la otra de la misma manera.
Thunder asiente y cuando están a punto de alejarse Adele se acerca con su teléfono en mano.
—Jev me acaba de avisar que se fue —avisa haciendo que la presión en mi pecho se esfume—. Algunos de mis hombres de seguridad la respaldan, no hay de qué preocuparse.
Thunder, Rey y yo soltamos un suspiro lento y calmado.
