"Sigo siendo el villano que te hace pecar y desear más."
El tiempo no es capaz de borrar el sentimiento que algún día existió pero sí es capaz de cambiar a las personas y convertirlas en aquello que algún día se negaron a ser.
El demonio hizo una p...
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"Pero me volví más inteligente, me volví más dura con el paso del tiempo. Cariño, me levanté de entre los muertos. Lo hago todo el tiempo."
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Dakota.
—Informes —hablo a través de mi auricular mientras miro el almacén en donde se llevará a cabo toda la reunión que mencionó Yaman.
Estoy en la azotea de uno de los costados de la bodega.
Dejo de mirar por mis binoculares y llevo mi vista hasta el turco amarrado y tirado en el piso que se remueve e intenta hablar pero lo único que logra es que balbucee gracias a la cuerda que le cubre la boca.
—¿Quieres una bala en el entrecejo? —pregunto mirándolo, de inmediato se queda quieto mientras comienza a negar—. Entonces estate quieto —ordeno.
Obedece. Pobre iluso, ni eso lo va a salvar de la bala que tarde o temprano voy a soltar para terminar con él.
Mi atención va de nuevo a la entrada del almacén cuando una camioneta llega, tomo los binoculares de nuevo y observo. Siento como mi interior se llena de rabia de inmediato cuando reconozco al hombre que baja de esta: Vasil Orcho, la mano derecha de Borka.
El maldito camina con precisión adentrándose al lugar.
—El hombre que acaba de entrar es Vasil Orcho —hablo a través del intercomunicador.
—Lo tenemos —escucho a Boss.
Ya les había dado una pequeña introducción de cada una de las persona que se supone estarán aquí, a excepción del famoso "Don" del cual no hay ningún registro.
—Voy a entrar —informo mientras dejo mis binoculares y tomo a Yaman.
—Te cubrimos —Dragon informa.
Tomo una navaja del interior de mi bota y corto la cuerda que ata los pies de Yaman mientras lo tomo por la cuerda que ata sus muñecas.
—Nos hemos encargado de los hombres alrededor de la propiedad —habla Rey ahora—. Tienes vía libre, Kingston.
Comienzo a caminar después de cubrir mi rostro con un pasamontañas.
—Tenemos el sistema —es Killer quien informa ahora—. Tenemos vía libre.
Mis botas suenan a cada paso que doy.
La ventaja que tenemos es que nadie sabe que van a ser atacados. Nadie sabe que Dakota Kingston revivió de entre los muertos y mucho menos esperan que será quien les arruine los planes hoy.
Arrastro a Yaman conmigo, nos adentramos a la bodega finalmente. Intento que mis pasos no se escuchen ahora, pues los muros se encargan de ocasionar y producir eco.
