"Estoy aquí. Bebé, mira a tu alrededor, soy el único que no se ha ido. Estoy aquí."
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Dakota.
—Voy a morir —susurro sin aliento, con las manos sosteniendo la herida en mi vientre.
—¡Cállate! —grita Rey.
Miro todo a mi alrededor, los escombros nos rodean, hay fuego por doquier, el olor a pólvora cosquillea en la punta de mi nariz y el sonido de los disparos y explosiones a mi alrededor logran hacer que la cabeza me duela, todo debajo de mí se sacude cuando miro a lo lejos como un par de helicópteros bombardean las comunidades. Se escuchan gritos, veo a gente caer, la piel se me eriza cuando veo como derriban a uno de los escuadrones que nos acompaña. Sus cuerpos uniformados caen al piso, llenos de sangre, otros con las balas en el entrecejo y los ojos abiertos sin vida.
—Rey —susurro, mis ojos van hasta Thunder, Boss y Killer, quienes están peleando frente a nosotros, disparan a los militares que se acercan e intentan exterminarnos.
Thunder, Boss y Killer pelean mientras Dragon intenta curar la herida en mi vientre y Rey intenta que no muera desangrada.
Los párpados me pesan, mis oídos comienzan a distorsionar los ruidos y todo se convierte en un molesto pitido que parece que me hará sangrar los oídos.
—Poison —siento como las manos de Rey toman mi rostro y me comienza a mover desesperado—. ¡Abre los malditos ojos, Queen!
Bajo la mirada lentamente hasta mis manos, llenas de sangre.
Dragon intenta detener el sangrado.
—¡No cierres los ojos! —me ordena Rey, sacudiéndome desesperado, ha quitado su careta y su pasamontañas, sabe que está prohibido hacerlo pero no le ha importado—. ¡¿Me estás escuchando?! ¡No cierres los putos ojos!
El sabor a sangre comienza a llenar mi paladar, siento que voy a vomitar y sé que es sangre cuando siento como esta comienza a desbordarse de mi boca.
—¡Hey, hey, hey! —Rey me obliga a levantar el rostro, sus ojos coinciden con los míos—. No puedes morir hoy, ¿me escuchas? —noto como algunas lágrimas llegan a sus ojos—. Queen, no puedes morir —el sonido de las balas cada vez incrementa—. No puedes dejarnos.
Siento como los latidos de mi corazón parecen debilitarse, todo parece ir en cámara lenta.
—No puedes dejarme —susurra Rey.
Intento decirle que estoy bien pero no tengo fuerzas, no tengo voz, no tengo nada.
—¡Dragon! —explota el mexicano, mirando al turco frente a mí que ha comenzado a hacer su trabajo.
—¡Estoy haciendo lo mejor que puedo! —responde el turco. Noto en su voz también desespero, preocupación, y ciertamente, una pequeña pizca de impotencia.
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PRÓFUGO
Random"Sigo siendo el villano que te hace pecar y desear más." El tiempo no es capaz de borrar el sentimiento que algún día existió pero sí es capaz de cambiar a las personas y convertirlas en aquello que algún día se negaron a ser. El demonio hizo una p...