Capítulo 51

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"Así que reclama tus armas, esto no es el cielo

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"Así que reclama tus armas, esto no es el cielo. Vinimos aquí para luchar."

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Dakota.

Semanas después.

Miami.

Miro la central frente a mí, la central madre de la OMPC se cierne frente a mí, haciéndome soltar un suspiro pesado.

—Bienvenida, agente Kingston —algunos cadetes hablan cuando camino hacia uno de los edificios. Doy un asentimiento de cabeza, continuando con mi camino.

Ha pasado un mes desde el ataque, salí del hospital dos semanas después de que ingresé y las dos semanas restantes las pasé en reposo, en casa de mis padres. Hasta que finalmente ayer el doctor autorizó mi alta y reincorporación a la OMPC.

Me adentro al edificio en donde se encuentra la oficina de mi Tropa, una vez que estoy frente a esta, abro la puerta y entro, sintiendo como un par de ojos caen sobre mí.

—¿Esto es real? —la voz de Rey se escucha. Cierro la puerta detrás de mí y miro al grupo de hombres aquí que están dispersos alrededor de toda la enorme oficina.

—Después de suplicarle tanto al universo porque me recuperara parece que te han complacido —suelto sarcástica—, y aquí me tienes ahora.

Rueda los ojos aunque termina sonriendo mientras se acerca. Me abraza sin darme oportunidad de verlo venir y respondo a su abrazo lentamente.

Una vez que se aleja, el resto de los hombres aquí hacen lo mismo, se acercan y me abrazan, uno a uno. Cuando los abrazos se terminan vuelvo a mirarlos.

—¿Qué novedades me tienen? —pregunto, quitando la chaqueta de mi uniforme y dejándola sobre el respaldo de una de las sillas.

Camino alrededor de toda la enorme mesa que tenemos aquí, esta está llena de papeles, carpetas, folders, portátiles y más.

—Los búlgaros siguen sin aparecer —informa Boss.

Me acerco hasta el pizarrón blanco que tenemos, mismo que tiene un montón de información anotada en él.

—No hay movimientos nuevos y durante todas estas semanas los búlgaros han estado fuera del radar —prosigue Killer—, creemos que su líder sigue herido e indispuesto o simplemente, están preparando su próximo movimiento.

—Me inclino más por la segunda opción —suelto, sin dejar de leer todo lo que tienen para mí—. Borka es un cabrón que aún estando en cama es capaz de mover a toda su gente solo para joder —giro a mirarlos lentamente—. Así que conociéndolo, deben estar trabajando y preparando el próximo golpe que darán.

Me acerco a la mesa y tomo una carpeta, abriéndola y revisando su contenido.

—¿Y si está muerto? —pregunta Rey, haciendo que todos lo miremos, levanta las manos—. Yo solo decía.

PRÓFUGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora