Capítulo 44

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"Tú me derrumbaste y besaste mis labios con un adiós

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"Tú me derrumbaste y besaste mis labios con un adiós. Lo veo ahora, era cuestión de tiempo."

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Volker.

Todo en mi interior parece oprimirse, mi pecho pesa y por primera vez en mucho tiempo siento que mi corazón está latiendo de una manera desenfrenada, tan acelerada que parece que mi pecho se abrirá para expulsar todo.

No puedo controlar mi respiración alterada, el enojo empaña todo a mi alrededor mientras a lo lejos logro escuchar como la camioneta donde debe irse se aleja.

Mis puños se aprietan y no soy capaz de nada más que llevar la mirada hasta Yerik quien me mira con temor, traga saliva con dureza.

—¡Te dije que la quería fuera de mi puta vida! —camino hasta él en grandes zancadas—. ¡Te dije que no la quería aquí!

El rubio me mira, vuelve a tragar saliva.

—No sabía que vendría —sisea, con voz baja.

—¡¿No lo sabías?! —pregunto molesto, no puedo controlar el enojo—. ¡¿No lo sabías?!

Intento acercarme más a él pero Strabao se mete entre los dos.

—¡Sabías que esa maldita perra iba a meterse donde nadie la necesita! —lo señalo mientras Strabao impone distancia entre los dos—. ¡Mira lo que hizo!

—¡No es mi culpa que le ocultaras a Dakota toda la jodida verdad! —espeta Yerik.

—¡Pero sí es tu jodida culpa que esa maldita bastarda esté tomándose papeles que no le corresponden! —ninguno le aleja la mirada al otro—. ¡Tanto la defiendes y proteges pero no eres capaz de aterrizarle los malditos pies en la puta tierra!

Mi pecho sube y baja con desenfreno.

—¡Tanto proteges a esa perra pero no eres capaz de controlarla y yo te dije que cualquier estupidez que hiciera iba a ser cobrada como tal!

Miro todo a mi alrededor.

—¡Busquen a Saskia Kessler y tráiganla aquí! —ordeno a los hombres de seguridad a mi alrededor que no dudan ni un solo segundo en obedecerme, alejándose mientras se movilizan y dispersan por toda la casa.

—¡No te conviene que Saskia sea tu enemiga! —Yerik intenta acercarse—. ¡Sabes que nos conviene tenerla de nuestro lado!

—¡¿Sabe que la estás usando?! —pregunto furioso—. ¡Porque se hace la mártir con todo el jodido mundo y me deja a mí como el villano cuando todo esto se pudo haber evitado si tú no te empeñaras en darle más importancia de la que cree merecer!

Yerik bufa encabronado.

—¡Piensa bien lo que harás porque quieras o no el que le corra la sangre Velikov por las venas es una ventaja para nosotros!

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