Capítulo 15

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Algunas personas tratan de convencerse de que la venganza es mala y que no vale la pena mancharse las manos por alguien a quien odian y les hizo daño.

"Deja eso en manos de la justicia"

A la mierda con eso.

La venganza, si la ejecutas correctamente, es la cosa más satisfactoria que podrás sentir.

O bueno, es lo que opina una persona muy vengativa y rencorosa.

¿Tu eres esa persona? ¡Ja!

Silencio, estoy en medio de algo, gracias.

Al frente de mí veo a cuatro muchachos de edad similar a la de Kalia, se encontraban fumando hierba en la entrada de la casa abandonada que anteriormente había mencionado la pelinegra. No fue difícil ubicarlo gracias a Kalia.

Me encontraba con una mascarilla, lentes y un gorro todo negro al igual que la ropa que traía junto a una botas militares.

Me acerque y ellos prestaron atención a mi presencia.

Uno se acercó con rostro molesto —¿Quien mierda eres idiota?

— Niños, necesito hacerles una pregunta — les hablé.

Al notar por mi voz que era mujer se relajaron.

— Vaya vaya ¿Pero que hace una mujer aquí? — habló uno exaltando el humo del cigarrillo y sonrió egocéntrico— ¿Vienes por nosotros perra?

— Si, si seguramente está buscando que alguien la folle — dijo el segundo y sus demás amigos rieron — pues aquí me tienes, estoy seguro que nos la pasaremos bien.

— ¡Hay que divertirnos todos juntos! — dijo el tercer acercándose a mi con intención de tocar mi rostro.

Suspiré cansada, las pandillas de ahora no son ni la sombra de lo que fueron en antaño.

Sonaste como una vieja.

Cómo sea.

¡Vamos! ¡Desgarra su garganta!

Pero que violenta, compórtate.

— No te atrevas a tocarme con tus asquerosas manos hijo de puta — dije con firmeza.

Pero que bondadosa.

Cállate.

El tercero se ofendió.

— ¡¿Ah?! ¡¿Que dijiste perra?!

Trató de darme un golpe en la mejilla, sujeté su muñeca antes de que tocara mi rostro y apreté fuertemente su mano haciendo que suelte un quejido, me acerque a su rostro amenazante y con mi mano libre sujeté su camisa levantandolo del suelo solo un poco — dije que no me tocaras idiota.

— ¡¿Pero que crees que haces puta?! — el segundo trató de de darme una patada pero utilice a su amigo como escudo dándole la vuelta rápidamente, haciendo que la patada le llegara de lleno en el rostro y luego lo voté encima del otro haciendo que ambos terminarán en el suelo.

Miré a los demás que estaban apunto de atacarme.

— Busco a uno de ustedes, su nombre es  Daiji Sato, exijo su ubicación  — les ordené.

— ¡Claro que no! — el primero se abalanzó hacia mi con un palo en brazos y trató de golpearme, esquivé el palo y sujetando su cabeza le di un rodillazo en el estómago haciéndolo votar el aire.

El último aprovechó el momento y trató de taclearme sujetando mi cintura y empujándome.

me puse firme evitando que me mueva ni un centímetro y le dí un golpe en la cien con el codo y finalmente lo puse a dormir con un rodillazo en el rostro.

STAY || Manjiro Sano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora