capitulo 45

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—Creo que las cosas se encuentran en orden por el momento — exclamó kokonoi mientras revisaba los últimos cargamentos de armas que acaba de ser subido a los camiones.

—¿Eso es todo por hoy? — pregunté mientras veía los grandes contenedores ser cargados a los camiones y partir del puerto.

Todo quedo en silencio, ya siendo pasada la media noche y siendo los últimos en quedarnos.

—Si, para mañana habrán llegado a sus compradores — dijo mientras se estiraba en su lugar— Pero tendremos que reubicar los puntos de entrega, no queremos que se repita lo de la anterior vez.

—Entonces hora de irnos — dije mientras veía como kokonoi suspiraba cansado.

— Tu conduces — me pide dándole toques a mi espalda.

Me quejé mirando al cielo.

—Nuestro auto está al otro lado del puerto, no entiendo porque no podemos ingresarlo hasta aquí.

— Porque este lugar es exclusivo para los camiones de carga, sería un estorbo traerlo hasta acá — me dijo señalando lo cerca que estábamos a la orilla del mar.

— Bien, bien, yo iré por él — cedí con cansancio, sin embargo, algo pasó por mi mente — Kokonoi, será mejor que vayamos juntos.

— ¿Porque? — pregunta intrigado.

—Porque no quiero dejarte solo, si tuvieras guardias cuidandote la espalda otro sería la historia.

—No los necesito, no me gusta tener a gente cuidándome las 24 horas del día — Respondió con el ceño fruncido — Es riesgoso, si, pero lo prefiero así.

— Pero han pasado tantas cosas que no quiero dejarte aquí.

—Incluso tu no llevas guardaespaldas.

— bueno, se supone que yo cumplo ese rol, pero... — recordé lo que pasó con los rusos — ya no estoy segura.

—Si, bueno, hay cosas que no se pueden evitar.

—No digas eso, incluso si tienes razón — miré al horizonte pensativa.

La risa leve del peliblanco llamó mi atención

—Parecemos nuestros consejeros mutuos, cada vez que necesitamos hablar buscamos al otro — dijo refiriéndose a las veces que hablamos sobre Inupi y yo sobre los últimos problemas que estuve teniendo.

Sonreí un poco al recordarlo.

—Tienes razón.

—Pero es porque al menos contigo no me estreso tanto como con los demás — confesó. Me reí al recordar algo.

—¿Te refieres a la vez que Sanzu se gastó una enorme cantidad de dinero en drogas y éxtasis?

—Correcto, no me lo recuerdes — dijo con una mueca de molestia, mientras busca algo en sus bolsillos.

—De acuerdo, entonces, ¿Vamos?

— Ve tu sola, no seas miedosa — se queja mientras revisa el teléfono que había sacado.

Bufé frustrada y rodando los ojos decidí ir rápido, en silencio camine mirando hacia atrás de vez en cuando, tratando de no perder de vista a Kokonoi, que seguía con su atención en el móvil.

Sentía un mal presentimiento, algo me tenía incomoda, inmediatamente me pongo alerta y me detengo, pensando seriamente en arrastrar a Kokonoi junto a mí.

—¿Qué sucede? — Exclama fuerte kokonoi para que fuera capaz de escucharlo, al ver que me había detenido.

—Hay algo que no me gusta, siento que algo no está bien — le dije de la misma manera mirando por todos lados. Incluso en dirección contraria a la de Kokonoi.

STAY || Manjiro Sano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora