Los párpados me pesaban, traté de abrir mi ojo lentamente acostumbrando mi vista a la oscuridad del lugar. Me sentí confundida y desorientada al mismo tiempo.Estaba en una cama, y no era la mía, ni ninguna que había conocido antes. Me levanté de golpe y observé mi cuerpo, todo estaba en su lugar, la habitación era espaciosa y muy elegante, no había nadie alrededor y las cortinas estaban cerradas.
La puerta se abrió haciendo que me ponga en guardia, lista para derribar a cualquiera que entrara por ahí.
- Veo que ya despertaste.
La voz que siempre pensé me llenaría de Paz, en este instante, era como escuchar las alarmas de un peligro inminente, como si un cazador estuviera frente a mí. Mi cuerpo se estremeció al verlo nuevamente.
- Tú.
¿Que es lo que quiere?
-Parece que la medicina dejó de hacer efecto - comenta acercándose. Con la mano le indiqué que se detuviera.
- No te acerques...- advertí entre dientes.
Estoy muy molesta.
Estoy muy cansada.
- Ume - intentó persuadirme.
-No, ¡Un paso más y mi cordura se irá! - grité usando el mismo tono autoritario que utilizaba con mis hombres.
- ¿Te atreves a amenazarme? - frunció el ceño.
- Ya no te conozco, no sé quién eres - murmuré mirándolo con frialdad - Así que sí, te estoy amenazando.
- Era la única forma de traerte, No me hubieras obedecido - explicó aún con seriedad.
- Y la única forma que encontraste fué mandarme a dormir ¿Encerio?, No sabes lo doloroso que fue sentirme a merced de cualquiera - me quejé muy dolida - ¡Me trataste como a un animal salvaje!
Él negó cambiando su expresión de enojo a uno de arrepentimiento y trató de acercarse.
El miedo recorrió mi cuerpo rápidamente.
- ¡No! ¡No te quiero cerca! ¡Ya no sé quién es la persona que tengo en frente! - reclamé tratando de no soltarme a llorar.
Él no acató mi pedido y se acercó hasta sujetar mi rostro con ambas manos.
No lo tolero, ¡No quiero que me toque!
¡NO ME TOQUES!
Mi piel se erizó y una irá repentina se expandió en mi pecho, fué demasiado tarde cuando caí en cuenta de lo que había hecho.
Le había dado un puñetazo en el rostro, cerca a su boca. Se alejó un poco con el rostro hacia un lado y el cabello revuelto.
La adrenalina recorrió mi cuerpo y mi respiración se aceleró mientras me hacía para atrás tratando de alejarme, totalmente atónita. Cuando volteó la cabeza pude notar que su labio se había partido, su mirada se afiló de manera escalofriante.
¿Que es lo que había hecho?
Le pegué a la persona que más adoraba, a la persona que había prometido proteger con mi vida. Mi cuerpo estaba tembloroso, tenía tantas ganas de llorar, de pedirle perdón por el acto cometido.
¡No te atrevas!
No muestres temor, mantente firme.
Más mi conciencia orgullosa me ordenaba todo lo contrario, me alentaba a no caer frente a él, a no flaquear justo ahora.
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STAY || Manjiro Sano
FantasyUna mujer que a permanecido al lado del criminal más temido de Tokyo por 10 años, él es lo más importante para ella, no le interesa ser usada como un escudo si eso significa que la vida de Sano Manjiro sea protegida. ¿Por qué? «Soy egoísta, trato d...