El llanto es un sentimiento muy desagradable cuando te toca presenciarlo en otra persona, no sabes que hacer o que decir para ayudar a calmarlo.
Odio tener que escuchar esto.
— Ya mi niña... Tranquila, todo estará bien.
La voz de la madre de Hinata Tachibana era lo único que se escuchaba en la silenciosa sala de espera junto a los sollozos incontrolables de su hija.
— Todo estará bien, hermana — Naoto trató de animarla pero fue imposible porque se encontraba igual de afectado que su hermana, intentó sin éxito limpiar las lágrimas que descendían por su rostro mientras seguía acariciando la espalda de su hermana en un intento de apaciguar su dolor.
Antes que me diera cuenta ya estaban acá, esperando alguna noticia del quirófano.
En un abrir y cerrar de ojos la mayoría de los amigos de Manjiro y Takemichi se encontraban en la sala de espera, junto a Hina, Naoto y su madre.
Yo me encontraba sentada en un esquina del suelo, abrazando mis rodillas mientras mi vista seguía fija en el suelo.
Los demas no se preguntaron por qué había una mujer con la ropa manchada de sangre sentada en el suelo, no me reconocían, solo querían saber el estado de Takemichi y Manjiro.
Todos tenían muecas de tristeza y desconcierto ante lo ocurrido repentinamente. Buscaban explicaciones y nadie se las quería dar, hasta ahora solo sabían que Takemichi seguía en cirujía por heridas de bala y Manjiro por haber caído desde un edificio.
Solo pude mantenerme en silencio mientras aún seguía sin procesar todo lo ocurrido. Tampoco tenía certeza del paradero de Sanzu.
«Es muy probable que uno de ellos no sobreviva» era lo que escuchaba entre murmullos de parte de las enfermeras que conversaban caminado por los pasillos.
Solo habían dos heridos en cirujía justo ahora, y se que están hablando de uno de ellos. Cerré los ojos deseando cruelmente que se tratara del pelinegro.
«Lo siento Hina, pero una de nosotras tendría que perder lo que más ama está noche y no deseo ser yo»
Aún que lo más probable es que termine siendo yo.
No te derrumbes aún.
Eran las palabras que la voz de mi cabeza repetía sin parar desde que llegué al hospital. Ya no me molesta que lo haga, ya no me importa...
Solo me entretenía mirando el suelo reluciente del hospital desde que llegué y me dejaron aquí mientras Manjiro era ingresado a urgencias. Miré brevemente mi mano manchada de sangre seca.
Pude tomar su mano antes de que me separaran de él, solo eso pude hacer, tomar su calida mano cubierta de sangre.
Quería llorar, necesitaba llorar a mares pero las lágrimas se habían secado, ya no tengo las fuerzas necesarias para llorar.
Observé de reojo unos segundos a los amigos de Takemichi y Manjiro.
Si mal no recuerdo, eran... Mitsuya, Hakkai, Yuzuha, pa-chin junto a su esposa... Y los hermanos Kawata, además de Naoto que se encontraba consolando a su hermana.
En eso escuché pisadas rápidas acercarse y una voz conocida habló.
— ¡HINA-CHAN! — la voz de chifuyu se escuchó muy preocupada. Atrás de él venía un hombre alto al cual pude reconocer como Draken — ¡¿Que es lo que sucedió?!
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STAY || Manjiro Sano
FantasyUna mujer que a permanecido al lado del criminal más temido de Tokyo por 10 años, él es lo más importante para ella, no le interesa ser usada como un escudo si eso significa que la vida de Sano Manjiro sea protegida. ¿Por qué? «Soy egoísta, trato d...