¿Qué pasará después? - KIMCHAY.

1. Happy bday, Chay.

CAPITULO EDITADO. 

HAPPY BDAY, CHAY. 

 

Increíble, pensaba Chay en medio de su cama con una bolsa de frituras en medio de las piernas. Había replicado el "increíble" después de ver el último video de Kim, el video donde le estaba cantando una hermosa... canción compuesta por él, la canción decía mil cosas que Chay quería hacer... ¡Todas! Porqué estaba firmemente enamorado del más joven de la familia Theerapanyakul, de ese mentiroso, frío y calculador hombre, para su desgracia, aunque hace un buen tiempo no pensaba así, todo lo contrario.

 Había pasado varios días, quizá semanas... desde que Kim le había enviado ese video desde un número diferente, y era el mismo tiempo desde que lloró por última vez, Chay se mentalizó que no podía llorar ni una sola vez más por él, sería... patético volverse un mártir por el cruel engaño, como si todos no hubiesen vivido algo así, Porsche también lo vivió de joven, una de sus novias lo dejó y estuvo realmente mal por días, pero no se murió de amor... aunque, ¿que pasaría si Kinn le hiciera lo mismo ahora? seguramente, le dolería demasiado, su corazón se partiría porqué Chay estaba seguro de que Kinn era el amor de la vida de Porsche. Todo estaba claro: Chay había entregado su noble, inexperto e inocente corazón y Kim simplemente lo usó como un estúpido títere y se marchó, tan simple como eso. ¿Para que darle más vuelta al asunto? 

Y, sin embargo, a pesar del daño y el dolor causado, Chay no podía olvidarlo... y saber que en sus redes sociales aparecía el magnífico Wik cada dos por tres, ahora era más famoso que antes para colmo de males, y comenzó a aparecer en portadas de revistas, dando entrevistas, hablando de su música y evadiendo preguntas personales como: ¿Quién es tu musa, Wik? O... ¿Vives en pareja? O... ¿Cuéntanos algo sobre tu familia? ¡Ja, pero qué descarado! Pensaba Chay cuando leía los artículos, si tan solo supieran que el amable y carismático Wik era nada más el hijo menor del mayor mafioso de Tailandia... ¿Quién lo diría? Fue entonces cuando Chay le dolió el hecho de que su ídolo era un fraude, una mentira inventada por alguien que solo quería salir un poco de la rutina de ser un delincuente talentoso,  porqué por donde lo viera, Kim era un... delincuente, y pensar que hace meses, Chay prácticamente tenía un altar de él como si Wik fuera una clase de santo, resultó siendo su mayor pesadilla.  Y no sabía que era peor, pensar de que Wik era una mentira o de que Kim era un fraude porqué nunca lo conoció realmente... lo mejor que conocía de Kinn era a sus hermanos y su nombre, de resto... todo había sido, mentira. 

Chay pensó por un tiempo en si debería o no ir a la universidad, después de todo allí mismo estudiaba Kim, ¿Qué tan bueno sería verlo? Obviamente sería muy malo, es decir, si estás tratando de olvidarlo no se supone que debas verlo, ya era suficiente tener que vivir con su familia, ese era uno de los temores de Chay, levantarse en la mañana e ir a desayunar, pero quizá encontrárselo por allí y quizá llorar o lanzarle algo a su hermosa y perfecta cara. ¡Ya quisiera poder hacer eso! 

Le gustaba, físicamente, Chay anhelaba a Kim, era hermoso en todos los sentidos ¡Maldito sea!... cuando se reía sus ojos se achiquitaban y aparecían esas adorables arruguitas, claramente fueron contadas las veces que lo vio sonreír... pero valieron la pena, y sus ojos, tan oscuros y seductores, ni hablar de su cuerpo, esbelto y con cada cosa puesta en su lugar... Chay suspiró, y pensar que lo tuvo (así haya sido una mentira todo) Chay logró tenerlo por un momento con él y para él... pudieron salir y estar juntos, compartieron el sofá para dormir y Kim fue estúpidamente prudente con él, eso siempre intrigó a Chay.

Kim prácticamente lo usó, sí. Pero entonces, si nunca tuvo sentimientos por Porchay... ¿Por qué diablos se preocupó tanto en cuidarlo? Es decir, jamás pasaron de un sencillo beso en los labios y abrazos, también cogidas de mano, ni siquiera cuando Chay quiso más, Kim se excusaba que tenía trabajo o que tenía reuniones pendientes o que tenía que ir al estudio, cualquier cosa o incluso, una llamaba milagrosamente lo salvaba... Y Chay trató de comprenderlo, en realidad, lo comprendía, era un niño para Kim, seguramente quería esperar, fue tierno pensar algo así, ahora viendo la similitud de las cosas: Kim nunca lo deseo, para Kim él nunca fue suficiente.