📌 : ❝ Jung Hoseok ama la poesía, a los animales y las sustancias que cambian el estado de ánimo. Acostumbrado a despertar entre los brazos de la dinamita, se ve arrinconado a buscar una solución a sus problemas para no perder la beca de estudios qu...
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El inicio de un párrafo (im)perfecto
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22:00: Esa es la ubicación. 22:01: Espero que llegues bien, porque tendré el celular apagado esta vez. 22:02: Nos vemos.
Se mira un par de veces más al espejo para asegurarse de que su aspecto es lo suficientemente convincente de estar sobrio y estable. Ha tenido un fin de año duro e intentar solucionar sus problemas con sustancias siempre ha sido de sus mejores y peores ideas.
Y aquí va otra vez. En dirección al otro extremo de la ciudad, con el celular apagado y escondido para que Jimin no logre encontrarlo. Aunque duda que lo busque siquiera, pues continúa sin hablarle ni responder sus mensajes y llamadas desde la discusión aquel día después de navidad. Hoseok, a pesar de eso, no ha logrado dejar de pensar en Yoongi. Necesita volver a verlo, no va a negárselo a sí mismo. Inclusive si Jimin recapacita y está al pendiente de sus movimientos. Inclusive si aparece durante la noche y no lo encuentra en casa. No pretende regresar hasta la mañana siguiente. Quizá vaya a casa de Taehyung después de esto.
—Hace bastante frío esta noche, ¿no crees?
Es su saludo, el único que ha podido pronunciar para evitar ahogarse con su propia saliva de sólo ver como Yoongi cambia su aspecto de noche. Viste de forma casi similar a la noche anterior, pero hoy le parece mucho más atractivo, incluso llevando una chaqueta más abultada.
—Un poco —conviene éste en respuesta, se lo nota retraído—. ¿Qué tal te ha ido?
Conversaciones banales, como las odia, es la única forma que posee de socializar cuando desearía estar ocupando la boca en otras cosas.
Sabe lo que pretende. Se conoce a la perfección, a pesar de que es la primera vez que quiere hacer algo así. Sólo una vez, se asegura. También se lo aseguró a sí mismo antes de salir de casa; y de camino al bar; y cada maldito segundo que transcurre estando junto a Yoongi, incluso cuando el alcohol comienza a hacer efecto en su sistema.
—¿Todo bien? —inquiere Yoongi. Tiene una ceja elevada y el cuello algo húmedo por el sudor, el calor que se siente dentro del bar es intenso—. Te noto algo perdido. ¿Ya te está pegando?
—Creo que estoy cansado. —Sonríe a medias—. Además, no soy el mejor en fisiología, pero sé que a ti te pega mucho antes que a mí, sólo sabes fingir que no estás borracho.
Yoongi ríe y niega con la cabeza.
—Estás asumiendo varias cosas de mí en muy poco tiempo.
—Y puedo asumir más.
—¿Ah sí? —Asiente y alza el mentón con altanería—. ¿Qué más asumes saber mí de lo cual no estoy enterado?
—Pues... —Se inclina un poco hacia adelante. Yoongi lo imita—. Asumo que ya te agrado lo suficiente y que por ello aceptaste de inmediato venir conmigo hoy.
