Formato Libro 📌 yoonseok.

45. Documento roto.

Abrir la verdad será peor

Sunhi no lo recibe, sólo contesta un vago «hola» y continúa lavando los platos de la cena que comió sola. Su estómago se retuerce de culpa, por lo que se limita a sonreír a medias y se interna en el baño para saciarse de la ducha rápida que no alcanzó a tomar en casa de Hoseok.

Septiembre inicia y Yoongi está abrumado de repente. Ha evadido las insinuaciones de Sunhi acerca de ir de vacaciones juntos por estos últimos dos meses. No le dio el tiempo de pedir las suyas en el trabajo, por lo que a estas alturas ya es demasiado tarde. Él regresa dentro de una semana.

Y así como ha evadido aquello todo este tiempo, también quiere evadir a su esposa hoy a como dé lugar, porque no sabe con qué excusar sus acciones. Por ello, cuando Sunhi entra en la habitación, él finge ir por algo a la sala y se queda allí. Claro que ella tiene otros planes. En cuestión de una hora está de pie a su lado. La mira de soslayo.

—Sé que no soy una mujer controladora, pero ¿no crees que estás saliendo demasiado, Yoongi?

—Lo siento.

—¿Lo sientes? —cuestiona ella con molestia—. ¿Qué es lo que sucede? Ni siquiera quieres estar a solas conmigo.

—Lo siento —repite.

—¿Está sucediendo otra vez?

La mira al instante.

—¿Qué?

—Lo tuyo con mi hermano.

—¿Q-Qué? No. Lo mío con Seokjin se acabó, Sunhi, hace muchos años.

Ni siquiera lo ha vuelto a ver desde la última vez en que estuvo en casa.

—¿Entonces?

Mira hacia enfrente.

—Sólo salimos a beber.

—Todo el día.

Se encoge de hombros.

—Pues sí.

—¿Puedes mirarme? —Él lo hace—. Por favor, no me mientas.

—No miento.

—Entonces ¿por qué me cuesta creerte? —Sunhi desvía la mirada. Él desciende la suya—. Yoongi..., por favor. Dime la verdad.

Toma un respiro.

—No pasa nada entre Seokjin y yo.

—Seokjin —repite ella, casi masticando la palabra—. No hay «Jin», como antes. Cuando estaba sucediendo, hacías eso.

—Ahora es así, porque él y yo dejamos de tener una relación cercana después de lo que sucedió. —Levanta la mirada hacia ella una vez más, tomando sus mentiras más desvergonzadas—. No es sencillo. Intentamos recuperar la amistad que tuvimos, pero me cuesta hablar sobre él contigo. Sobre todo, porque no comprendo que hayas estado tan tranquila, sabiendo lo que pasó.

—Es mi hermano —aclara Sunhi sin mirarlo.

—¿Y?

—Sólo eso. No saco nada alejándolos. Va a pasar si tiene que pasar, sin importa lo que yo diga o haga al respecto.

—No pasa nada de eso ahora.

—¿Estás seguro?

—Sí.

Silencio.

—Si ya no quisieras continuar conmigo, me lo dirías, ¿verdad?

—Sí.