📌 : ❝ Jung Hoseok ama la poesía, a los animales y las sustancias que cambian el estado de ánimo. Acostumbrado a despertar entre los brazos de la dinamita, se ve arrinconado a buscar una solución a sus problemas para no perder la beca de estudios qu...
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Lo importante de iniciar algo es precisamente eso
Durante sus vacaciones se la pasa la mayor parte del tiempo encerrado en casa. La única vez que sale realmente de casa es para ir al supermercado junto a Sunhi.
Dahae ha estado tranquila con él estos últimos días. Sabe bien que sólo lo hace para que la lleve a casa de Unju esta noche. Es un día cualquiera. Sin embargo, en vacaciones su hija es otra persona y sin responsabilidades de por medio enloquece en libertad.
Enfocado en la pantalla del televisor, se frota los muslos, agotado de llevar todo el día echado en el sofá.
—¿Papá?
Gira la cabeza en dirección a la entrada del pasillo que da hacia las habitaciones, justo donde aparece Dahae con un brazo extendido hacia él sosteniendo su celular.
—No he visto nada —asegura.
—Lo sé. —Asiente, tomándolo—. Gracias.
—Eh... vibró, según mamá, por eso te lo traje. —Suspicaz, alza una ceja—. No vi nada, lo juro.
—¿Dónde estaba?
—En el baño, como siempre.
Asiente otra vez y agradece en un murmullo. Generalmente lo olvida en el baño. Es el único sitio donde tiene privacidad cuando ambas están en casa.
A las ocho en punto, Sunhi aparece en la sala lista para irse al trabajo. Detesta que tenga turno nocturno cuando él y su hija están de vacaciones. Por las mañanas deben ser silenciosos y discuten por ello, a través de susurros, cada vez que alguno hace un mínimo ruido.
—Me voy, cariño —dice Sunhi, besándole la mejilla—. Recuerda llevar a Dahae a casa de Unju.
Contesta con un suave «mh».
Tarda al menos dos horas en revisar las notificaciones de su celular. Sólo porque vuelve a vibrar en la mesita a un lado del sofá. Bate las pestañas y se acomoda los anteojos para dilucidar que de verdad está viendo lo que ve.
✉️
19:54: ¿Hola?
¿Uh? Arruga el entrecejo.
✉️
21:50: Jung Hoseok al habla.
Presiona sobre el número desconocido y revisa la fotografía que aparece en el perfil. Definitivamente es Hoseok, junto a ese chico que lo buscaba aquel día en la biblioteca, ambos sonrientes con las mejillas unidas. Mordisqueando su labio inferior le hace zoom a la fotografía para dejar sólo la enorme sonrisa de Hoseok en la pantalla, y sonríe sin querer.
