📌 : ❝ Jung Hoseok ama la poesía, a los animales y las sustancias que cambian el estado de ánimo. Acostumbrado a despertar entre los brazos de la dinamita, se ve arrinconado a buscar una solución a sus problemas para no perder la beca de estudios qu...
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El temor arde, cuando el pecho arde
—Hace años que no haces esto.
Yoongi camina de un sitio a otro, tomando su maleta para sacar y guardar sus cosas en el clóset otra vez. Sunhi camina detrás de él, casi pisando sus talones por la cercanía, con expresión enfadada.
—Porque siempre quiero evitar esta discusión —masculla.
Guarda cada una de las prendas que su esposa guardó por él sin avisar y las acomoda con calma en su lugar. Donde pertenecen. Donde deben estar siempre, porque él no quiere moverse de aquí a menos que sea para jamás regresar.
—¿Y no puedes decirlo con anticipación? —inquiere ella. Al menos, Yoongi puede agradecer que no alce la voz para evitar que intervenga Dahae como lo ha hecho en más de una ocasión este último tiempo. Siempre ambas en su contra, claro—. Para excusarnos con tus padres, como mínimo.
—Créeme que les importa una mierda.
—Son las fiestas, Yoongi. Es época familiar.
—Entonces quédate aquí —sugiere—. Hagamos una cena familiar.
Sunhi toma un respiro profundo.
—Todo lo que tus padres han hecho por ti y tú no quieres verlos ni en navidad, cariño.
Se detiene de golpe y gira sobre sus talones. Sunhi da un paso atrás. No va a permitir esas palabras una vez más. Está cansado de ser el malo de esta película en específico.
—¿Por mí? —pregunta con molestia—. ¿Qué han hecho por mí además de arruinarme la puta vida?
El golpe bajo, siempre el golpe bajo para salirse con la suya. Porque Yoongi sólo es asertivo y cariñoso cuando le conviene mantener la calma y una relación establecida. Pero eso con Sunhi desapareció hace tantos años que no es capaz de contarlos. Jamás da su brazo a torcer con respecto sus padres.
—Cuidarte —murmura Sunhi, desviando la mirada—. Cuidar de mí y nuestra hija. Darme estudios cuando mis padres me dejaron atrás. Darte estudios a ti. Alimentarnos para que pudiésemos sacar adelante esta familia, ¿algo más?
—No permitir que terminases con el embarazo, cuando tus padres sí lo querían y tú también —dice Yoongi, comenzando a enumerar con los dedos—. Comprar a tus padres para que hiciesen lo que querían hasta que se agotaron y te dejaron. Esconder a Dahae durante cuatro años para que las personas no hablasen sobre ellos. No dejarte criarla hasta que nos casamos. Obligarnos a casarnos para que pudiésemos ver a nuestra hija como lo que es. ¿Quieres que continúe?
—Si ellos no seríamos nada —masculla Sunhi—. No obligaron a mis padres a dejarme, ellos se fueron por su cuenta.
—¿Estás segura de eso?
—Un padre no abandona, Yoongi, no importa lo que suceda. Los tuyos están contigo desde el primer día y aquí siguen.
—Sin ellos, nuestras vidas serían diferentes, Sunhi. No eres capaz de entenderlo.
—¿Tú escuchas lo que dices? ¿O piensas antes de hablar?
Se golpea la sien con el índice.
—Sí y sí.
—Eres un maldito imbécil.
—Sí, lo sé. —Da un asentimiento y continúa sacando sus cosas de la maleta—. Lo sé perfectamente, Kim Sunhi.
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