Formato Libro 📌 yoonseok.

11. Sin gramática.

Donde no hay problemas aparentes

Puede terminar en desastre o ser la historia de amor más linda que ha existido. No lo sabe. No quiere saberlo hasta que llegue el momento en que las cosas sucedan como están escritas. Hoseok sólo quiere continuar sintiéndose bien como hoy y que todo se detenga. Despertar entre los brazos de Jimin es una de sus situaciones favoritas. Le gusta mimarlo y prepararle el desayuno. Ver como sonríe cuando despierta y le dice:

—Te amo. —Justo antes de añadir—: Buenos días, niño bonito.

Niño bonito, repite en su cabeza. Le gusta también ser un niño bonito.

Se acerca a su novio con una sonrisa para besarle la sien y aferrarlo a su cuerpo unos segundos.

—¿Cómo te ha ido esta semana? —pregunta Jimin con las mejillas llenas—. Has estado ocupado.

—Un poco, la verdad. —Se pica la nariz—. Fisiología me tenía agobiado. He estado estudiando mucho. —Y sonríe con entusiasmo—. Pero ¡aprobé!

—Lo sé. —Hoseok alza una ceja a modo de broma—. Te veo siempre por las cámaras. Así evito que andes coqueteando con gente a mis espaldas dentro del trabajo.

Park Jimin es perfecto. Hoseok te lo dirá en cualquier momento y cualquier lugar, porque siempre omite la peor parte de las personas cuando hacen cosas buenas por él. Mantiene la esperanza de que las personas cambian, así como lo hizo él en algún momento. Por ende, Park Jimin es perfecto.

Es un celoso compulsivo y sigue sus pasos a diario mediante la aplicación que instaló en su celular.

Le ofreció trabajo en la sucursal que manejan sus padres para que no conozca personas en el ámbito laboral.

Le permite ser amigo de Taehyung solamente porque sabe que es tan heterosexual, que jamás lo miraría con otros ojos.

Y no es que él no lo sepa. Tan sólo lo acepta.

Lo acepta todo, porque Park Jimin lo conoció en la peor época de su vida y aun así correspondió sus sentimientos.

Le llevó comida a escondidas cuando no podía comer en casa de sus padres.

Ha sabido aceptar que tiene miedo de ser abandonado y se mantiene con él sin importar lo que suceda. Aunque a veces le pida que lo deje solo cuando no es verdad que lo quiere.

Lo acompañó en cada una de sus pérdidas y le entrega cada una de sus alegrías.

Por ende, Park Jimin es perfecto.

Inclusive ahora que lo mira con suspicacia esperando que le cuente lo que ha sucedido hace unas semanas con el borracho de la motocicleta en la estación de servicio. Algo que ha evitado y evadido sagazmente sin temor a la pérdida hasta el final. No tiene cómo hacerlo, en realidad. La situación con Yoongi es nueva y prefiere mantenerla en secreto.

—¿Qué sucede? —pregunta con inocencia.

—¿Hay algo que quieras contarme? —Hoseok niega suavemente con la cabeza—. ¿Seguro?

Los ojos lindos de su novio se entrecierran y es cuando presiona la mandíbula que sabe que debe hablar antes de que estalle un malentendido. Se hace el desentendido un momento y posterior a ello abre la boca como si acabase de recordar algo súper divertido.

—El otro día me sucedió algo muy gracioso... —inicia.

Finge que Jimin no ha visto todo a través de las cámaras el mismo día en que sucedió. Al menos logra evitar la tormenta, porque el chico lo mira con curiosidad.

—Cuéntame —dice.

Y sonríe y ríe mientras narra los hechos, sin omitir un sólo detalle además del hecho de que es su jefe en la biblioteca a la cual se supone que no asiste para trabajar, sólo para estudiar.

—Y después se fue a su casa —finaliza, encogiéndose de hombros.

—Eres muy dulce.

Jimin le presiona ambas mejillas con las palmas de las manos.

—Sólo quise ayudar. No quería que ocurriese un accidente.

Los labios de su novio toman los suyos unos segundos que se vuelven extensos e intensos. Hoseok se lo permite, esperando que no sea por la razón de siempre. Quiere sentir que Jimin lo ama como dice y no sólo porque le gusta poseer a las personas.

Taehyung no puede tener la razón sobre él.

Sin embargo...

—¿Era guapo?

Siempre la tiene.