24. Anáfora.

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El potencial expresivo de un mensaje

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El potencial expresivo de un mensaje

—¿Tus padres?

—De viaje.

La puerta del apartamento de Hoseok se cierra detrás de ambos. Yoongi camina de espaldas a paso torpe, siendo empujado por el chico al mismo tiempo en que sus bocas sólo se toman lapsos mínimos de distancia para respirar y luego vuelven a atacarse entre sí.

Cae sobre una superficie mullida con Hoseok sobre sus piernas. Piernas a las cuales se encarga de presionar y acariciar los muslos de arriba a abajo. Sus ojos cerrados. Su boca felizmente invadida por una lengua que no es suya.

Se encuentran de aquella manera por un largo tiempo. El calor que alberga en su pecho al sentir los labios del chico devorando los suyos no tiene un significado lo suficientemente gratificante que lo ayude a describir.

Desliza las manos hasta el trasero de Hoseok para aferrarlo y acercarlo más a él, arrancándole un jadeo que extermina sus besos. Al mirarlo a los ojos aún se nota algo mareado, pero ambos sonríen amplio antes de volver a besarse. Entre tanto, su cuerpo despierta. Despierta, pues nota la presión bajo sus pantalones, y lo asume cuando Hoseok se lo susurra antes de esconderse en su cuello para repartir la humedad que ha quedado en sus labios. Sus labios entreabiertos que exhalan jadeos que hacen eco en la casi vacía habitación.

Busca piel para saciarse, quitando las prendas superiores del chico sin mucho problema, Hoseok responde de la misma forma. Todo queda regado en algún sitio poco visible, pues la única luz que entra en la habitación viene directa del foco de la calle.

—¿Puedo? —cuestiona Hoseok con suavidad.

—Sí —musita sin saber a qué se refiere.

Pero es todo un «sí» esta noche.

Es todo suyo para lo que desee.

—Permiso. —Atento, mira el anillo dorado en su dedo anular deslizarse fuera—. Así está mejor —añade, guardándolo en el bolsillo de sus pantalones.

Se olvida de ello cuando Hoseok lo empuja para que caiga de espaldas contra el colchón. Lo ve deshacerse de sus prendas inferiores sin mayor problema y enloquece al percatarse de lo reprimido que se encontraba ese deseo dentro de él. Tan reprimido que, si alguna vez imaginó a Hoseok en aquella posición, no tiene punto de comparación.

El poder crece en su cuerpo cuando su boca y lengua descienden por su abdomen. Lo recorre un escalofrío casi doloroso una vez la mano de Hoseok toma su miembro para acariciarlo y, mirando directo a su rostro, lame la punta un instante y lo traga de una vez. Yoongi gime y cierra los ojos para concentrarse en lo que siente, alzando las caderas y enredando los dedos entre sus cabellos, buscando el tope de su garganta todo el tiempo.

Hoseok se aparta con un jadeo en el momento exacto en que sus piernas comienzan a temblar. De inmediato él abre los ojos, justo cuando los labios del chico besan la punta con cariño, a pesar de que sus ojos brillan de manera lasciva.

Formato Libro 📌 yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora