📌 : ❝ Jung Hoseok ama la poesía, a los animales y las sustancias que cambian el estado de ánimo. Acostumbrado a despertar entre los brazos de la dinamita, se ve arrinconado a buscar una solución a sus problemas para no perder la beca de estudios qu...
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Acomodando las mentiras
Es el primer desayuno familiar después de varias semanas. El año escolar está por finalizar y Dahae ha ido bien en sus últimos exámenes, por lo que el silencio incómodo durante las comidas o la ausencia de todos en ellas se ha ido disipando tras levantarle el castigo. Yoongi se siente tranquilo con ello.
Tras el incidente de la granja de cerdos y, por ende, haber tenido que comentar la razón por la cual tuvo que salir de casa aquella noche, Dahae ha querido iniciar un cambio en su vida que ha hecho notorio durante las comidas.
—Comenzaré a ser vegetariana —comentó al día siguiente—. Quiero hacer la transición al veganismo y creo que está bien que vaya de a poco y todo eso. Para que no se preocupen por mi salud, sepan que sé lo que hago.
—¿Estás segura de que sabes lo que haces? —pregunta Sunhi con suavidad.
Dahae alza la mirada hacia su madre, enseñándole aquella expresión impasible digna de un Min.
—Sí, mamá.
—¿Eres consciente de todo lo que implica? Comenzando con que debo cocinar dos tipos de comidas diferentes.
—¿Quieres al menos no sólo pensar en ti por un día? —inquiere Dahae con incomodidad—. Estoy intentando hacer algo bueno.
—Yo te mantengo y te cocino a diario, Min Dahae.
—Sí —interviene Yoongi—. Y yo también —aclara—. Hija. —Intenta tomar su mano. Ella se lo permite—. Entiendo lo que pretendes y para ser sincero estoy de acuerdo contigo. —La mirada de Dahae se expresa sorprendida—. También considero responsable que lo hagas poco a poco, porque es más sencillo. Si estás segura de ello, te apoyo y puedo acompañarte en el cambio dentro de todas mis posibilidades, ¿te parece bien eso?
—Cariño, ¿qué dices? Tú adoras comer hamburguesas bastante seguido.
—Hay sustitutos en la industria que saben mucho mejor —asegura. Dahae se mantiene atenta—. Ya sabes de este chico que me ayuda en la biblioteca... —vacila— me mantiene comiendo y bebiendo plantas todo el día. —La risa de su hija llega a sus oídos y lo tranquiliza—. Así que tampoco es tan molesto, quizá hasta me acostumbre. Está bien que ella tenga sus propias motivaciones, ¿no crees?
Sunhi alza las cejas, blanquea los ojos y niega con su cabeza, luego suspira pesado.
—Bien. Entonces me uno.
—Gracias —murmura Dahae hacia él, sonriendo a medias mientras revuelve su desayuno de un lado a otro.
Tras aquella conversación, inician un plan de acción familiar. Por consiguiente, llega al trabajo un poco más tarde de lo usual. Se encuentra con Hoseok sentado en las escaleras de la entrada, cubierto por un cubre bocas que sólo deja a la vista sus ojos cerrados.