Treinta Y Nueve

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Antes de llegar a casa del castaño, ellos se desvían a comprar.

Ya es bastante tarde y Hana le pidió a su hijo comprar unas cosas para la casa que hacían falta.

Es por eso que ellos están dirigiéndose a un Supermercado cercano.

Mientras van haciendo la compra, ambos sonríen de sus conversaciones sin sentido.

Jungkook se desvía al pasillo de higiene, donde sus ojos se posan sobre el estante de sexshop.

Lubricantes con sabor, fresa, piña, uva entre otros son los que mejor resaltan.

Por lo que él, extiende su mano y toma varios para probarlos.

Seokjin llega a su lado y sonrie al ver lo que su novio está llevando.

- ¿Con sabor?, estas intrigado Jeon?.

- Sí, y ¿tú me puedes ayudar con las dudas.?... - pregunta mientras levanta una ceja coqueta.

- Cuando quieras. En ese caso - Seokjin deja de hablar y le muestra a jungkook una cinta para vendar los ojos.

- Kim, necesito verte. No quiero hacerlo sin verte, me gusta verte. - jungkook hace un puchero como un bebé haciendo una pataleta.

- ¿Quien dijo que lo usarás tú?, lo usaré yo. - afirma divertido el castaño.

- Puedo preguntar ¿porque te gusta?.

- Porque, cuando no estás viendo. Te toman por sorpresa y la sensación es más grata.

- Está bien, entonces.

- ¿Terminaste?.

- Si, ¿pagamos?.

- Sí.

Ellos pagan, al salir hay un coche al que jungkook le parece familiar pero esta lo suficientemente lejos como para que el azabache pueda saber si verdaderamente es quien el cree o simplemente es un coche más.

Por lo que él, no le da importancia y continúa caminando atrás de Seokjin. Dándole patas en el culo y molestandolo.

Seokjin solo sonrie y le sigue el juego infantil. Le encanta cuando jungkook se comporta así.

Simplemente es un jungkook feliz y él ama ver a las personas felices, sobretodo a su jungkook.

Al llegar a casa del castaño. Jungkook deja las bolsas y ayuda a seokjin con las que tiene en las manos para que este pueda abrir la puerta.

El auto negro se detiene y hace un par de fotos, al lugar. El nombre de la calle, el número de casa, y sobre todo a los chicos que sonríen. Llevando las bolsas dentro.

Cuando el auto está a punto de alejarse, jungkook sale detrás de Seokjin por la última bolsa. Ambos pelean por llevar la bolsa hasta que al final seokjin cede y jungkook sonrie victorioso, posa su mano por el cuello del castaño y lo atrae a su cuerpo y le da un casto beso.

Grave error.

El auto se va cuando los chicos cierran la puerta.

- Las fotos, se le enviaran por correo electrónico dentro de 10 minutos señora. - dice el desconocido a través de la línea del movil.

...

Minutos mas tarde, después de haber cenado ellos están limpiando la cocina.

- Entonces, en serio te quedaras a dormir?.

- Sí.

- En ese caso, ven subamos a la habitación. Necesito una ducha. El azabache asiente y sigue al castaño hasta su habitación.

NUESTRO CAMBIO | Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora