Cincuenta Y Seis.

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Perdonen la demora, debí subirlo ayer, pero estuve en crisis.
Pov: Ya estoy bien, solo fue momentáneo, de esos de 3 am.🤙🏻🤪










El fin de semana había llegado, Seokjin tenía listo todo lo que llevaría.

Jungkook había llamado al castaño, diciendo que pasaría por él en cinco minutos.

El castaño no había dicho nada a jungkook ni a Jimin sobre el tema de su padre. La única persona a la que le dijo fue a Yoongi.

Yoongi había corrido a casa del castaño y paso toda la tarde escuchando lo ocurrido y siendo la fuerza de Seokjin como siempre lo habían hecho.

Yoongi era la persona en la que Seokjin confiaba sin ojos abiertos, podría entregar su mundo sin dudarlo. Jamás ni nunca eso cambiaría. El castaño estaba seguro de eso.

(....)

Esta mañana jungkook había salido hacer una diligencia. Antes de dirigirse a casa del castaño.

Paso por delante de aquella panadería, su cerebro rápidamente pensó en Seokjin y lo mucho que le encantaban las especialidades saladas que preparaban en ese lugar.

Por lo que sin importarle la cantidad de personas que estaban ahí esperando por su pedido. Jungkook se acerco a la entrada del establecimiento y escaneo el código de barra, revisó el menú del día y las especialidades. Cuando estuvo listo, hizo el pedido.

Y el había planeado esperar en el interior de su coche, pero cuando estaba por salir escucho una voz detrás del mostrador llamar su pedido.

—Jeon Seokjin — dijo una chica sonriendo, buscando con la mirada al dueño del pedido.

Jungkook se dirigió al mostrador. —Buenos días— saludo el azabache. Jungkook pudo notar la sonrisa coqueta de la mujer. —Jeon Seokjin — ella volvió a repetir para asegurarse. — Yo — dijo jungkook y ella volvió a sonreír. — Tu nombre es exactamente propio de tu rostro — soltó ella, y el azabache frunció el entrecejo al no entender lo dicho y ella pareció notarlo. Aclarándose la garganta volvió a hablar. — Es impresionantemente hermoso y único. — Jungkook sonrió por lo dicho y sin poder detenerlo dijo. — Lo sé, soy hermoso pero el nombre en realidad es el de mi novio —. El azabache sé sorprendió incluso a él mismo con la respuesta tan automática y el tono dulzón que utilizó cuando lo dijo. La sonrisa coqueta de la chica pasó hacer una sonrisa incómoda. — Oh entiendo — dijo ella mientras le entregaba un plumón y el pedido.

Jungkook escribió en la estampa de la esquina de la cajita.

— To: Yeobo♡ —

Una vez que terminó, dejó la pluma en el mostrador y agradeció a la chica.

Y aunque había cola, el pedido de jungkook fue atendido casi de inmediato. Fue confuso para el azabache. Pero no le dio importancia.

Una vez en el interior de su coche el azabache puso la dirección de su castaño y emprendió el viaje.

(....)

Al escuchar el timbre de la casa, el castaño corrió a la puerta. Y ahí estaba jungkook mirando el suelo mientras esperaba. Los ojos de jungkook viajaron a los de Seokjin de manera automática y sus pupilas se agrandaron.

—Hola — dijo el azabache extendiéndole una pequeña cajita a Seokjin, este la tomo con un sonrojo en su bonito rostro, no era para nada nuevo. Jungkook siempre le compraba cosas al castaño sobre todo libros, pero esta cajita el, la conocía.

Era de una panadería muy exclusiva donde hacían las mejores galletas saladas y dulces. Aunque Seokjin prefería lo salado admitió que el dulce de esta panadería era delicioso.

NUESTRO CAMBIO | Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora