Cuarenta Y Cuatro

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Jungkook caminaba detrás del castaño intentando seguirle el ritmo y antes de que seokjin se de cuenta de su presencia el azabache lo toma de la mano.

Seokjin se asusta al sentir que es retenido por el agarre de una mano, pero cuando mira la mano sabe perfectamente bien quien es.

El azabache trae un polo blanco y un chándal gris, zapatos de deporte. Se ve tan atractivo.

Seokjin lo único que hace es quitar el agarre de su mano y seguir caminando, se siente muy dolido para razonar y lo último que desea es discutir en plena vía pública.

— Kim, porfavor escúchame, no es lo que estas pensando. — dice jungkook.

— No, no se a que te refieres y tampoco sabes lo que estoy pensando — dice seokjin sin dejar de caminar.

— Lo que viste, Kim. Lo que viste e-eso tiene una explicación.

Jungkook se acerca a seokjin y se para frente a él, la imagen del castaño llorando solo hace que el corazón de jungkook duela, ver a su lindo castaño que solo le a regalado felicidad, llorando por su culpa es algo que jungkook nunca quizo experimentar.

Seokjin baja el rostro y da un paso para continuar su camino, pero jungkook lo atrapa con sus grandes manos y lo rodea con sus brazos mientras inhala el aroma del castaño y se aferra a él por miedo de que esté se aleje y se vaya.

— Dejame ir, no quiero hablar ahora Jeon Jungkook.

La manera en que seokjin no le dice Jeon y usa todo su nombre solo hace que jungkook sienta más miedo.

— Perdon, perdón por no decirte antes, porfavor te ruego que me escuches, no hace falta que hables solo escúchame.

Seokjin no dice nada solo espera que jungkook empiece a hablar, su corazón duele y lo único que desea es alejarse del azabache, al menos hasta que su mente logre razonar y su corazón deje de doler.

Jungkook levanta a seokjin en sus brazos y enrolla las piernas del castaño alrededor de su cintura y camina en dirección donde iba el castaño antes de ser retenido por él.

— Bajame, Jeon. Puedo caminar solo, solo di lo que sea que tengas que decir. — dice el castaño.

— Es una historia larga, necesitamos llegar a tu casa. — espeta jungkook

— Entonces déjame bajar. — pide el castaño.

Jungkook lo baja pero no suelta su mano. Seokjin por su lado intenta no llorar y las lágrimas traicioneras que bajan por su mejilla las limpia rápidamente intentando no mostrarlas.

....

Minutos después de haber llegado a casa del castaño, jungkook aún no encontraba las palabras para empezar a relatar todo.

Así que seokjin con un cansado suspiro se levanto del sofa.

— Si no vas hablar, entonces vete. Hoy a sido un día muy largo y estoy cansado. — espetó el castaño y la verdad es que no mentía, estaba agotado.

Él castaño sabía que no podía enojarse porque jungkook no le estaba siendo infiel pero de todas  formas omitió decirle cosas que al final del día a él le afectarían.

— No Kim. — jungkook se levantó rápidamente y tomo la mano del castaño volviendo a sentarlo al lado suyo y comenzó a relatar desde donde podría llegar a ser el inicio.

...

— Entonces, debes de casarte con ella para poder unir los negocios y hacer una asociación teniendo como referentes a cada uno dentro de cada compañía. — resumía el castaño después de escuchar atentamente cada palabra del azabache.

NUESTRO CAMBIO | Kookjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora