Después de un fin de semana donde solo salían de la habitación para comer. Jungkook y Seokjin comenzaban la semana con demasiados deberes del consejo estudiantil por hacer.
Ahora mismo estaban sentados. Seokjin concentrado en sus deberes como secretario y jungkook lo ayudaba.
Jungkook se puso de pie y camino en dirección a la nevera que había en la pequeña oficina de estudiantes.
Al ver los envases de leche de platano guardados en una esquina sonreía. Tomó uno y se dirigió al escritorio a continuar ayudándole a Seokjin.
— Gracias — jungkook decía sonriendo mientras abrazaba al castaño y besaba su cuello.
Seokjin sonreía, mientras seguía escribiendo. — ¿Porque? — preguntó.
— Porque eres el sol que asciende e ilumina mi vida. — soltó jungkook aferrándose más en los hombros anchos del castaño.
— Tu solo existencia es brillante. — dijo Seokjin volteandose y mirando los ojos del azabache.
Jungkook dejaba un dulce beso en la comisura de los labios del castaño. Y perdiéndose en la profundidad de esos ojos café avellanas que lo atontaban.
Jungkook nunca había visto tanto amor en una mirada, hasta ahora. Seokjin lo miraba como si fuera su mundo entero.
(....)
La demanda que Hana había levantado contra la Sra. Jeon. Había tenido una resolución satisfactoria para Hana. Lo cuál era extraño. Teniendo en cuenta que, la demanda se había llevado a cabo en menos de un mes y estuvo resuelta en dos semanas.
El abogado que le habían asignado después de que el primero dejara el caso, había sido de gran ayuda para la resolución.
Y bueno como el abogado era del estado, su pago fue muy cómodo.
— Muchísimas gracias por todo, Sr Choi. — dijo Hana haciendo una reverencia a su abogado.
— No es nada, fue un placer ayudarle y muy satisfactorio haber ganado esta demanda — respondió el abogado.
Todo iba tan bien en el día de Hana, hasta que al volver a su casa observo un coche estacionado en la esquina de su jardín en la entrada frontal de su hogar.
Hana, se apresuró a enfrentar a quien sea que estuviera allí y ya podía hacerse una idea de quien era.
— Claro, no tuviste el valor de darme la cara. Con todos tus millones e influencia, pusiste a tu abogado a dar la cara — Hana decía acercándose al auto.
Tocó el vidrio polarizado de la ventana.
Quizá hubiera preferido mil veces, encontrar el rostro de una mujer engreida y mal educada dentro del coche. Pero no esto.
Con esa sonrisa ladina que un dia fue su debilidad y por la cual cometió tantos errores. Allí estaba él. Sonriendo.
El padre de Seokjin estaba sonriendo como si no hubieran pasado tantos años desde que ella lo dejó todo y salió esa casa para no volver nunca.
Su hijo era la imagen viva de ese hombre, seokjin era la prueba de que nunca dejaría de ver aquel rostro.
Con la rabia flotando por sus poros ella se alejó del auto, dispuesta a entrar a su casa e ignorar la presencia de él.
— ¿Ni siquiera un Hola, Hana? — el decía, saliendo del auto.
— Que Mierda Kim Juwon, saca tus asquerosas patas de aqui y largate. —
— ¿Así es como me das las gracias, Hana? — preguntó Juwon.
— ¿Las gracias porque exactamente?, ¿Por abandonarme a mi suerte con tu hijo en mi vientre?. Oh valla, jodidamente gracias — dijo Hana.
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NUESTRO CAMBIO | Kookjin
FanfictionLos cambios son buenos, quizá al principio no entiendas el porqué de las cosas pero luego todo toma un sentido. Jungkook recibe un golpe por parte de Seokjin sin saber el porque. Desde ese momento jungkook odia a jin y jin lo odia a él. Pero el des...